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EL CAIRO.- La Junta Militar egipcia ha expresado su "desolación" por los nueve muertos ocurridos en los disturbios iniciados el viernes en Egipto, y anunció que indemnizará a las familias de los "mártires", según un comunicado leído en la televisión.
Se trata del segundo comunicado de la Junta Militar egipcia en las últimas 24 horas tras el comienzo la madrugada de ayer de choques entre soldados y manifestantes en la sede del Consejo de Ministros, que se han extendido a la cercana plaza de Tahrir, en el centro de El Cairo.
Centenares de personas se encuentran en la plaza con gritos como "el pueblo quiere la ejecución del mariscal Husein Tantaui", el jefe de la Junta Militar egipcia, y lanzan piedras a los soldados, que equipados con material antidisturbios golpean a algunos manifestantes con sus porras.
El suelo de la plaza está lleno de basura y restos de adoquines arrancados de las aceras, mientras arden decenas de hogueras donde se consumen los restos de tiendas de campaña que, según los manifestantes consultados por Efe, fueron quemadas por los militares.
Soldados golpearon el sábado a los manifestantes en la plaza Tahrir de El Cairo, en el segundo día de enfrentamientos que han dejado nueve muertos y más de 300 heridos, opacando las primeras elecciones libres en Egipto desde el fin de la revuelta. (AFP)
Los manifestantes huían mientras las tropas retenían a personas y las golpeaban repetidamente, incluso aunque estaban en el suelo, dijo un periodista de Reuters. Hubo disparos lanzados al aire.
Miembros de la policía militar arrestan a un mujer cubierta con el 'niqab' (túnica que solo deja al descubierto los ojos) durante los enfrentamientos cerca de la plaza de Tahrir. (AP)
Soldados desarmaron las tiendas de campaña de los manifestantes y les prendieron fuego, según mostró material de televisión. En las imágenes filmadas por Reuters un soldado que estaba entre las tropas sacó una pistola y disparó a los manifestantes mientras éstos intentaban escapar.
La violencia resalta las tensiones en Egipto 10 meses después de que una revuelta popular derrocara al presidente Hosni Mubarak. Pero los generales que lo reemplazaron han irritado a muchos egipcios por mostrarse renuentes a ceder poder.
Un manifestante hace la señal de la victoria mientras otros arrojan piedras a la policía militar. (REUTERS)
Decenas de policías desalojan y vigilan la plaza de Tahrir en el segundo día de disturbios en la capital. (REUTERS)
En uno de los laterales de Tahrir, un camión de bomberos se afanaba en apagar una de las hogueras, mientras muchos jóvenes, con pañuelo palestino al cuello, observaban su labor. Los soldados están concentrados a la entrada del puente Qasr al Nil, el acceso principal a la plaza, donde decenas de jóvenes, algunos pertrechados con palos, les increpan y lanzan piedras.
También los militares están desplegados en la calle Qasr al Aini, que desemboca en Tahrir, para impedir el acceso de los manifestantes a la sede del Parlamento y del Consejo de Ministros, donde se iniciaron los choques la madrugada de ayer.
Dos jóvenes, Amira e Ibrahim, de 17 y 18 años, seguían desde uno de los acceso0s laterales lo que ocurría en el interior de la plaza, donde tan pronto los militares cargaban contra los manifestantes, como retrocedían a sus posiciones.
"Ahora en la plaza hay muchos 'baltaguiya' (matones) infiltrados que buscan pelea y lanzan piedras contra los soldados", relata Amira, que aseguró que acudía todos los días a la plaza para participar en la acampada contra el primer ministro, Kamal Ganzuri.
"Los que están atacando al Ejército no son manifestantes, sino 'baltaguiya", señaló la joven. En una rueda de prensa, Ganzuri responsabilizó a los manifestantes de los disturbios junto al edificio del Consejo de Ministros y aseveró que ni los cuerpos de seguridad ni el ejército emplearon la fuerza contra los civiles.