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Dos estrellas
Dreamworks se aferra a exprimir hasta la última gota de vida a la franquicia "Shrek". Después de 4 películas protagonizadas por el ogro verde, es momento de recurrir a los spin-off (productos que nacen como una extensión de otro anterior).
"El gato con botas" (Puss in boots, 2011) nos cuenta los orígenes del personaje. El gato debe unirse a Humpty Dumpty y una gata llamada Kitty para poder robar los frijoles mágicos que están en manos de una pareja de mercenarios. Los frijoles deben ser plantados para que crezca una enredadera gigante que conduce al castillo de un gigante. En el castillo se encuentra la gansa de los huevos de oro, que es el verdadero objetivo del gato y sus amigos.
Conforme avanza la trama iremos recorriendo el mundo de cuentos de hadas que ya hemos visto en las películas de Shrek. Aunque "El gato con botas" es una historia centrada en persecuciones y aventuras, hay muy poco ingenio en su desarrollo. Las pocas sorpresas argumentales pueden preverse y el humor irreverente —que alguna vez tuvo Shrek— es prácticamente escaso.
Este filme pudo suponer la reformulación de la franquicia, pero en vez de arriesgarse con nuevas ideas que refrescaran el proyecto, Dreamworks opta por repetir rutinas desgastadas. El famoso personaje interpretado por Antonio Banderas no consigue el cobijo necesario de un buen guión. El gato se queda desprotegido, con pocas ideas y chistes que ofrecer; por eso no es de sorprender que a media película tenga que recurrir al deslucido gag de poner ojitos tiernos y bajar las orejas.
No se puede negar que el trabajo vocal de Banderas es impecable. La película se sostiene ocasionalmente por la versatilidad del actor. Igual es destacable el trabajo interpretativo de Salma Hayek al darle voz a Kitty. Es una pena que el talento de estos dos actores se haya desaprovechado en una historia tan floja. El gato con botas es uno de los personajes más queridos de la franquicia Shrek, merecía un spin-off más ingenioso, una historia que retomara los mejores atributos de las 2 primeras entregas de Shrek —si es que todavía se puede.
Las técnicas de animación siguen siendo decorosas, especialmente en las escenas de acción. Pero la eficacia formal no sirve de nada cuando no se tiene nada gracioso o inteligente que decir. Dreamworks continúa en caída libre, con guiones paupérrimos aferrados a fórmulas caducas. ¿Habrá mejora? Esperemos que sí.
Lo mejor: las técnicas de animación y el trabajo de voces de Antonio Banderas y Salma Hayek.
Lo peor: el guión es demasiado pobre, carente de ingenio y falto de humor.