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ANKARA, Turquía.- El primer ministro de Turquía, el islamista moderado Recep Tayyip Erdogan, ha enviado hoy una carta al presidente francés, Nicolas Sarkozy, para advertirle contra las consecuencias que traería la aprobación de una ley sobre el genocidio armenio bajo debate en el Parlamento de Francia.
La ley, que se votará el próximo 22 de diciembre, prevé castigar con hasta un año de cárcel y 45,000 euros de multa a quien niegue que las masacres de armenios cometidas por el Imperio Otomano en 1915 constituyan un "genocidio".
El primer ministro Erdogan (en la foto) ha hecho saber a Sarkozy que la ley propuesta "tendrá graves consecuencias para las relaciones futuras entre Turquía y Francia en los ámbitos políticos, económicos y culturales, así como en el resto de ellos" y aprovechó recalcar que 'la cuestión armenia' no tiene nada que ver con la masacre de los alevíes, quienes son kurdos.
Erdogan asegura al presidente francés que las consecuencias para las relaciones bilaterales serían "graves" y pidió que "el sentido común" se imponga a los cálculos políticos.
Expresó su convicción de que la elaboración de la ley responda a consideraciones de política interior, en referencia a la poderosa comunidad armenia, que cuenta con medio millón de personas en Francia, pero pidió que las relaciones entre Turquía y Francia "no sean prisioneras de lo que desean terceros".
Las consecuencias de aprobar tal ley, serían "graves en todas las áreas de las relaciones turco-francesas, incluyendo las políticas, las económicas y las culturales", advirtió Erdogan.
La ley "se dirige directamente contra la República de Turquía, contra la nación turca y contra la comunidad turca en Francia y expresa hostilidad", agrega la carta.
Un alto cargo del Ministerio de Exteriores turco confirmó esta semana a EFE que, tal y como asegura la prensa turca, Ankara llamaría a consultas a su embajador en París si la ley se aprueba.
Una de las víctimas del genocidio armenio, calculado en al menos un millón y medio de muertos.
El lunes, una delegación turca viajará a París para contactos de último minuto con los diputados galos y convencerlos de que no voten a favor de la polémica ley.
Erdogan concluye su misiva expresando su esperanza de que Sarkozy cumpla su promesa "respecto a que este tipo de procesos no lleguen a puerto" y que el presidente francés impida "pasos irreparables" para las relaciones entre ambos países.