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No se sabe si con fines éticos o electorales, el primer ministro ruso, Vladímir Putin, multiplicó este jueves las críticas a Estados Unidos implicándolo directamente en la muerte del líder libio Muamar Gadafi.
Putin lamentó la disolución de la Unión Soviética y denunció la mentalidad de la "guerra fría" de los países occidentales en general, adoptando un tono que lo hizo muy popular entre los nacionalistas rusos cuando accedió por primera vez a la presidencia, en 2000.
"Nos gustaría ser aliados de Estados Unidos, pero lo que veo hoy (...) no es una alianza, a veces tengo la impresión de que Estados Unidos no quiere aliados sino vasallos", declaró el Primer Ministro en su programa anual de preguntas y respuestas en la televisión.
Vladímir Putin, con el Kremlin en la mira a tres meses de las presidenciales.
Washington y Londres fueron también el blanco de las críticas de Putin por haber, según él, “dispuesto la muerte de Gadafi sin juicio ni defensa”. La imagen es de uno de los vídeos ampliamente difundidos del linchamiento del otrora líder libio.
El discurso anti-estadounidense de Putin recuerda el que adoptó durante sus dos mandatos en el Kremlin (2000-2008) y daña la imagen que dieron los presidentes Barack Obama y Dimitri Medvedev, en junio de 2010, cuando se mostraron juntos en el 'Ray's Hell Burger' en Arlington, compartiendo hamburguesas y papas fritas.
Asimismo, Putin señaló que el senador republicano estadounidense John Mccain (en la foto) “se habría vuelto loco”, en referencia a sus últimas declaraciones (que "tras la muerte de Gadafi, Putin debería preocuparse"). El ruso le recordó a Mccain su participación en la guerra de Estados Unidos con Vietnam, donde pasó varios años preso en un foso: “Cualquiera se volvería loco, hay mucha sangre de civiles en sus manos. A lo mejor le gustan mucho esas cosas”.
El ataque verbal del ex espía de la KGB amenaza con deshacer tres años de esfuerzos de Estados Unidos por relanzar desde cero las relaciones con Rusia para que sea un aliado de confianza, en medio de tensiones sobre Siria e Irán, dos países con décadas de estrechas relaciones con Moscú.
Putin se endureció prácticamente cuando se le interrogó sobre el mensaje en Twitter del ex candidato a la presidencia estadounidense, el senador republicano John McCain, que advirtió a Rusia que enfrenta una revuelta similar a la de la "primavera árabe" tras las masivas manifestaciones de protesta por las cuestionadas elecciones legislativas del 4 de diciembre.
"McCain combatió en Vietnam. Creo que tiene suficiente sangre de ciudadanos pacíficos en sus manos. Debe de ser imposible para él vivir sin estas escenas repugnantes", dijo Putin en alusión al sangriento fin de Gadafi.
"¿Quién lo hizo?", preguntó el primer ministro. "Drones (aviones teleguiados), incluidos aparatos estadounidenses", añadió.
"Atacaron su columna. Luego, utilizando la radio -a través de las fuerzas especiales, que no deberían haber estado ahí- llevaron al lugar a la llamada oposición y combatientes y lo mataron sin un juicio ni investigación", agregó.
El Departamento de Defensa estadounidense desestimó esta acusación y la calificó de "absurda".