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Fui testigo del nacimiento de varias de las bandas que a partir de 1985 aparecieron en Mérida y también, integrante de "La Mech" de la Mercedes Barrera; viví venganzas, enfrentamientos y pleitos con la policía, pero también ví como el PRI fomentó la creación de una de las bandas o pandillas que más recuerda la ciudad: "Los Trompos", señaló Antonio Bacab, ahora comerciante.
Agregó que la banda a la que perteneció "La Mech" se formó en la Mercedes Barrera por motivos de venganza, ya que uno de los adolescentes que cuidaba mucho de los niños y los protegía de adultos que a veces los querían golpear, "Nico", fue asesinado por cuatro muchachos de la Serapio Rendón, que también se constituyeron como pandilla para repeler los ataques de "La Mech" que quería justicia por lo que hicieron con aquel muchacho.
—"Nico" tenía como 16 años cuando lo mataron. Tres chavos lo agarraron y uno más le disparó en la cabeza. Eso fue algo que muchos chavitos presenciaron y por eso decidimos buscar venganza. Y así lo hicimos.
En visita a Artículo 7, Antonio Bacab recordó que en los enfrentamientos entre pandillas, que se daban con palos y piedras, lograron matar a los tres jóvenes que sujetaron a "Nico" el día de su asesinato. El que disparó no tuvo mejor suerte, fue secuestrado y permaneció varios días en una casa abandonada por San José Tecoh y lo que ahora es el Periférico, pero que en ese tiempo era puro monte. Murió desangrado luego que le cortaran el escroto.
Señaló que a las dos pandillas que ya existían, "La Mech" y "La Serapio Rendón", se sumó la de "Los Trompos", de la Dolores Otero, que fue creada por el entonces gobernador de Yucatán, Víctor Cervera Pacheco, con el fin de robar urnas electorales y favorecer al PRI.
Posteriormente, surgieron otras bandas como "Los Burros" de San José Tecoh y los de la Azcorra, La Miraflores y San Sebastián.
—De hecho, se sabe que el gobernador de ese entonces mandó a traer a cinco integrantes de la banda de "Los Panchitos" de la Ciudad de México para que liderearan y formaran esta pandilla, que tomó su nombre de una tienda llamada "El trompo" ubicada en la calle 58 con 97. Hubo un tiempo en que la actual gobernadora, Ivonne Ortega Pacheco, era la que venía a entrevistarse con los líderes de la banda para darles órdenes de su tío. No es que participara en la pandilla, solo era portadora de los mandatos que la pandilla debía seguir, como, por ejemplo, darle su "calentadita" a alguien que, según ellos, se había salido del huacal.
Otra "personalidad" del PRI que también estuvo entre los líderes de "Los Trompos" fue Límber Sosa, a quien después hicieron diputado. Así se manejaban las cosas en ese tiempo.
Antonio Bacab, ex integrante de la banda "La Mech".
Destacó que el líder de "La Mech" al que recuerda con el sobrenombre de "La Negra" era perseguido por el titular de la Secretaría de Protección y Vialidad (SPV) de ese entonces, Luis Felipe Saidén Ojeda, actual secretario de Seguridad Pública (SSP). Logró mandarlo a la cárcel. Luego de un tiempo, salió de prisión, pero la persecusión continuó, por lo que tuvo que abandonar Yucatán. Con la salida del PRI del gobierno del Estado en 2001, "La Negra" regresó a Mérida, pero tan pronto como Ivonne Ortega Pacheco ganó la gubernatura, volvió a irse.
—Su familia dice que emigró a los Estados Unidos a trabajar, pero nunca volvieron a saber de él. No saben si está vivo o muerto, pero conservan la esperanza de algún día verlo regresar.
En cuanto a "Los trompos", comentó que llegaron a ser tan poderosos que lograron hacer alianza con las pandillas que surgieron en esa época, como la de la Serapio Rendón.
—En nuestro caso, "La Mech" llegó a tener unos 15 integrantes, la mayoría entre los 12 y los 15 años, con la presencia de dos o tres personas de 20 y 24 años. Éramos chavos que nos juntamos para vengar la muerte de nuestro amigo, pero una vez que lo hicimos, ya no pudimos disolver la banda. El problema es que las otras bandas nos reconocían y si nos veían solos, nos atacaban; por eso teníamos que permanecer unidos.
A una pregunta, dijo que el papel de la policía cuando se daban los enfrentamientos en los que "habían algunos muertos", pero más que nada, muchos descalabrados y heridos, era el de llegar a lo último, cuando ya todo había acabado y algún vecino los llamaba para pedirles que recogieran a la persona que estaba tendida en la calle. La mayoría de las veces, la policía nunca se asomaba y si lo hacía, siempre iba tras "La Mech", pero nunca tras "Los trompos".
Agregó que a diferencia de las pandillas actuales, el código de esa época era respetar a los vecinos del barrio, así como a las familias de los integrantes. Las batallas solo eran con gente de otras pandillas. Tampoco se estilaba grafitear casas, como lo hacen las bandas actuales.
{xtypo_rounded_right1}Algunas de las bandas que surgieron a mediados de los ochenta fueron "Los Burros" de San José Tecoh y las de la Azcorra, La Miraflores y San Sebastián{/xtypo_rounded_right1}—Cuando un chavo de una colonia diferente iba a visitar le pedíamos para el pomo y si lo daba al terminar su visita le invitábamos a un trago. Ya con eso pagaba su cuota y no lo volvíamos a molestar, pero no si no lo hacía, entonces sí le pegábamos; pero era para meterle un susto, no para matarlo ni nada de eso. No teníamos el nivel de violencia que tienen hoy las bandas, en el que para ellos cualquier cosa justifica la muerte de otra persona.
Agregó que en esa época solían "entrenarse" entre ellos mismos para las batallas campales con las demás pandillas. El enfrentamiento entre los integrantes de "La Mech", a pesar de las heridas que pudiera causarles, terminaba en el entendimiento de que no era nada personal y, por lo tanto, la amistad continuaba luego del combate.
—Entre nosotros nos respetábamos y ayudábamos mucho. Nunca hicimos ritos de iniciación, como hacen algunas bandas ahora, sino que simplemente entraba el que quería. Es cierto, que algunos se drogaban, pero muchos de nosotros nunca lo hicimos porque no nos atraía hacerlo. Curiosamente, en las bandas de esos tiempos, solo había hombres, las mujeres nunca mostraron interés en participar.
¿Si ya había logrado su venganza, razón por la que crearon la banda, por qué siguieron con la misma?
—Empecé a participar activamente en la banda como a los 13 años. Estuve presente cuando murieron los cuatro tipos que asesinaron a "Nico" y en esos momentos me sentí mal por lo que paso, pero luego pensé que era justo lo que estábamos haciendo. Después de eso, todos tratamos de olvidarnos de la banda, pero nos fue imposible; los integrantes de las otras bandas nos reconocían y nos pegaban o nos asaltaban, además de que los policías nos perseguían. Así que la situación nos obligaba a seguir. Me salí a los 16 años porque mi mamá estaba muy angustiada por mí. La única forma de ponerme a un lado de todo esto fue mandarme a Querétaro a vivir con mi hermano.
¿No siente remordimiento de lo que hizo?
—No, hice lo que tenía que hacer. Pero sí me dejó muy claro que en muchas cosas de la vida está metido el PRI creando inestabilidad, como lo hizo en ese tiempo creando bandas como "Los Trompos". Creo que ese mismo tipo de estrategia aún sigue vigente y que cuando los muchachos o la gente del rumbo no hace lo que las bandas pretenden que hagan, es cuando les apedrean sus casas o los golpean. De otra forma, no entiendo cómo las pandillas aún siguen asolando algunos puntos de la ciudad, como el sur, sin que la policía los toque.
Sobre los demás integrantes de la banda, dijo que algunos murieron en supuestos accidentes, aunque cree que la mano de la policia estatal puede estar detrás de ellas. El resto de los integrantes de "La Mech" son gente de familia, pacífica y muy cercanos a la iglesia.
—Aprendimos que la violencia solo engendra más violencia. L.I.