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En lo que el Departamento de Justicia estadounidense definió ayer como una de las mayores operaciones contra 'la piratería en la Red' de la historia de Estados Unidos, la Fiscalía pública presentó cargos contra los siete administradores de las empresas Megaupload Limited y Vestor Limited, y cerró las webs asociadas para alojar contenidos. Cuatro de ellos, incluido el fundador, Kim Schmitz (alias Kim Dotcom), fueron detenidos en Nueva Zelanda. Se les acusa de haber tomado parte en una conspiración criminal para lucrar con la distribución ilegal de contenido protegido por las leyes de propiedad intelectual.
El Departamento de Justicia y su cuerpo policial, el FBI, alegan que los administradores de esas empresas provocaron daños a la industria del entretenimiento por valor de 386 millones de euros en concepto de material difundido de forma ilícita. Adhiriendo anuncios publicitarios a sus páginas de alojamiento y descarga, amasaron 135 millones de euros, según la demanda presentada ante la corte federal del Distrito Este de Virginia.
Megaupload.com, que asegura que ha tenido más de 1000 millones de visitas desde su creación en 2004 y que cuenta con más de 180 millones de usuarios registrados en todo el mundo, era ayer inaccesible en EE. UU. y en otros países, debido a la intervención de sus servidores por parte del FBI. La operación afectó a un total de 18 dominios, entre los que se encuentran Megavideo, Megaclick, Megaworld, Megalive, Megapix, Megacar, Megafund, Megakey, Megamovie, y otros.
Kim Schmitz, fundador de Megaupload (derecha), detenido en mayo de 2002. / DIETHER ENDLICHER (ASSOCIATED PRESS)
El Gobierno de EE. UU. asegura en la demanda que Megaupload y sus sitios web asociados forman una “Mega Conspiración, una organización criminal de dimensiones mundiales cuyos miembros tomaron parte en actos de infracciones criminales de los derechos de autor y en lavado de dinero a escala masiva”.
Un gran jurado aceptó los cargos contra siete personas relacionadas con Megaupload. Fueron arrestados en Nueva Zelanda, por las autoridades locales de aquel país, Kim Schmitz, ciudadano de Finlandia y de Alemania, fundador de Megaupload Limited y, según la demanda del Gobierno de EE. UU., “jefe de la Mega Conspiración”; Fin Batato, ciudadano alemán y jefe de publicidad comercial y de ventas de la misma empresa; Mathias Ortmann, alemán y jefe técnico de la compañía, y Bram van der Kolk, holandés y programador de Megaupload y otros sitios asociados.
También se han presentado cargos contra Julius Bencko, ciudadano de Eslovaquia y director gráfico; Sven Echternach, alemán y director de desarrollo de negocio; Adrus Nomm, de Estonia y jefe de programación, y Bram van der Kolk, holandés y programados de Megaupload y otras webs. Los agentes del FBI registraron además las cuentas bancarias de esos administradores y examinaron los servidores de Megaupload, para recoger evidencias de la difusión de contenido supuestamente pirateado.
La demanda del Gobierno se hizo pública ayer, a través de las oficinas de la corte federal del Distrito Este de Virginia y un día después de que numerosas páginas de EE. UU. protestaran por dos proyectos de ley (SOPA y PIPA) que le permitirían al Gobierno cerrar páginas alojadas en EE. UU. que permitan las descargas de contenido protegido por derechos de autor.
Aunque el miércoles Megaupload protestó en su página principal contra esas dos propuestas legislativas, esa operación del FBI no está relacionada con ellas o con la campaña de protesta. El FBI efectuó 20 registros dentro de EE. UU., y también en otros ochos países. En total, congeló bienes asociados a la empresa y sus gerentes por valor de 38 millones de euros.
Las oficinas centrales de Megaupload se hallan en Hong Kong, según información corporativa, aunque sus gerentes vivían en Nueva Zelanda. En total los acusados se enfrentan a 50 años de cárcel si se les aplica la pena máxima. Fue el FBI el que inició la investigación, a través de su Centro de Coordinación Nacional para la Protección de la Propiedad Intelectual. Para ello recibió ayuda de la policía de Nueva Zelanda, Hong Kong, Holanda, Reino Unido, Alemania, Canadá y Filipinas.
"Si esto ha sucedido sin la ley SOPA, imaginad qué ocurrirá cuando entre en vigor. Será el fin del Internet que conocemos". Este es uno de los mensajes de Anonymous colgados en Twitter después de que se conociera el cierre de Megaupload y empezara una campaña de denegación de servicio contra sitios en la Red que los internautas asocian al cierre.
Entre las webs que esta noche tienen problemas están las del Departamento de Justicia de Estados Unidos y los dos sitios de las patronales discográfica (RIAA) y cinematográfica (MPAA) de aquel país. Copyright.gov es otro de los webs atacadas, aunque parece que con menos éxito. Esta ola de ataques en respuesta al cierre de Megaupload no se ha limitado a Estados Unios. El sitio francés hadopi.fr, que gestiona la autoridad que actúa contra las descargas en aquel país, también ha caído víctima de un asalto de denegación de servicio (acmulación simultánea de peticiones a una página que no pueden satisfacer los servidores y se saturan).
Algunos medios hablan de asaltos a las webs del FBI y de la Casa Blanca, pero a primeras horas de la noche seguían accesibles. La elección de objetivos ya no parece exclusiva de Anonymous, menajes en Twitter proponen otras sedes digitales para asaltar en respuesta al cierre del popular servicio de almacenamiento y descarga.