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En el debate de aspirantes a la candidatura del PAN, pudieron verse como bien dijera Ernesto Cordero, los contrastes entre tres personalidades y propuestas: Cordero abanderó la continuidad, Josefina Vázquez enfatizó la importancia de la educación y la atención a grupos vulnerables y Santiago Creel, la trascendencia del orden, el crecimiento planificado y el respeto a la ley.
Ernesto Cordero, el más beligerante en el debate.
El evento, conducido por la periodista Adriana Pérez Cañedo, fue básicamente un planteamiento de las ideas particulares de cada precandidato, donde dieron a conocer su trayectoria personal y los motivos por los que aspiran a obtener la candidatura a la presidencia.
De debate realmente hubo poco. Cordero acertó completamente diciendo que si bien aparentemente eran tres propuestas semejantes, había diferencias. Tanto Josefina Vázquez como Ernesto Cordero, descartaron al PRI y al PRD como opciones deseables de gobierno para este país.
De todos, Ernesto Cordero fue el más beligerante. De alguna manera fue el que formuló más críticas hacia sus compañeros, que dijo no defendieron como hubiera sido deseable al presidente Calderón y sus políticas, situación que manifestó que le hubiera agradado hiciera desde la tribuna de la cámara de diputados, Vázquez Mota. Cordero se asumió como abanderado del continuismo, cuando dijo querer ser presidente para continuar la obra y seguir el camino de Vicente Fox y Felipe Calderón.
Josefina Vázquez lució nerviosa, tropezó en la lectura de sus apuntes en tres ocasiones. El tono que utilizó fue plano y carente de emoción, si bien fue la que subrayó la necesidad de crecer apoyándose en la educación y de acentuar la atención y el apoyo a grupos vulnerables como niños, mujeres, ancianos y migrantes, ofreciendo incluso crear una subsecretaría atendida por uno. Igualmente ofreció que de ser presidenta, el gobierno contrataría a personas con discapacidad y disminuiría el número de diputados de representación proporcional. Su propuesta, de algún modo fue la diferente, al considerar un compromiso la educación y ofrecer impulsar el equipamiento de telesecundarias e instalar instituciones de educación superior en ciudades con más de quince mil habitantes.
Creel pretendió adoptar una pose mesurada y de ecuanimidad. Habló de su paso por gobernación y de su impulso a instituciones como el IFE, el IFAI y el instituto de equidad de género, de su apoyo desde el senado a las reformas para la impartición de justicia. Recordó que en su estancia al frente de la política interior de nuestro país, vivió conflictos sociales que se resolvieron con base en el entendimiento y el acuerdo en la pluralidad. Destacó la necesidad de crear un ministerio del interior y dar un mando único a las fuerzas policiales, así como la necesidad de crear una figura anticorrupción, que limitara los excesos al respecto de algunos gobernadores.
Realmente, el evento se concretó a ser un acto de mera presentación, al planteamiento de las principales propuestas, eje de las precampañas de cada uno de los aspirantes, lo que definió la personalidad de cada quien y que hace abrigar esperanzas de que el próximo ejercicio de este tipo, se pondrá muy interesante.