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La calidad de mexicano del principal aspirante republicano a la presidencia de EE.UU., Mitt Romney, ha provocado una fuerte reacción en la comunidad latina en internet, con la creación en redes sociales de un alter ego mexicano que parodia al candidato conservador.
Los medios estadounidenses recordaron esta semana que Romney, opuesto a la regularización de inmigrantes indocumentados, tiene raíces mexicanas, que se remontan a cuando su bisabuelo, de fe mormona como él, se estableció en ese país huyendo de las leyes antipoligamia en EE.UU.
Esto hizo que el padre del político, George Romney, naciera en 1907 en Colonia Dublan, un asentamiento mormón en el estado de Chihuahua, al norte de México y, como indican blogs y columnistas en EE.UU., permite que el exgobernador de Massachusetts Mitt Romney sea técnicamente elegible para la ciudadanía mexicana.
La reacción en la red no se ha hecho esperar, con la creación en Twitter y Facebook de un alter ego mexicano de Romney que bromea de manera jocosa sobre su candidatura a "Presidente de los United States".
Blogs y sitios de internet sobre política hablan de "Señor Romney" o "Primo Romney", mientras que la CNN se pregunta que pese a que la vinculación del aspirante republicano con México es escasa no sería técnicamente el primer presidente hispano de EE.U.U si gana las elecciones de noviembre.
El padre de Romney regresó a EE.UU. cuando tenía cinco años, pese a lo cual todavía quedan unos cuarenta familiares del candidato republicano en tierras mexicanas.
Pese a todo, Mitt Romney, favorito para ser elegido como candidato republicano y enfrentarse al presidente Barack Obama en las presidenciales, no habla español.
En un anuncio de campaña en español presentado el miércoles para atraer votantes en las primarias de Florida del 31 de enero, el narrador es su hijo Craig, que habla en el vídeo de forma fluida.
Romney, que se perfila como el favorito entre los candidatos republicanos en liza, no apoya la regularización de hispanos y se opone a la llamada "Dream Act", que permitiría la legalización de estudiantes indocumentados que entraron a EE.UU. antes de los 16 años y completan al menos dos años de universidad o se inscriben en las Fuerzas Armadas, entre otros requisitos.