1193 palabras
KABUL, Afganistán, 24 de febrero.- El Bundeswehr, el ejército federal alemán, ha adelantado el cierre definitivo de su base de Talokan, en el norte de Afganistán, ante los disturbios con numerosos muertos que se han producido en todo el país por la profanación del Corán por parte de militares de la OTAN. Hasta las tres de la mañana de este viernes 24 en Mérida, la cifra de muertos por la quema de coranes se había elevado a 17.
Soldado alemán en Iman Sahib, en la provincia de Kunduz. (Reuters)
Un portavoz del Ministerio germano de Defensa informó hoy de que el cierre definitivo de la base estaba previsto para el mes próximo, pero que las protestas que se han producido ante la misma han conducido a un adelanto de la operación de retirada.
Añadió que la base ha sido abandonada ya por los 50 militares germanos que la ocupaban junto a la totalidad de sus vehículos y que todos ellos se han trasladado a la base mayor de Kunduz, distante unos 70 kilómetros.
Reporteros alemanes presentes en la zona informaron de que la base germana de Talokan fue atacada con piedras por unos 300 manifestantes enfurecidos por las noticias sobre la profanación del Corán.
La base alemana clausurada, un pequeño complejo en el que resultaba complicado garantizar una seguridad total para sus ocupantes, se encuentra en la capital de la provincia de Tachar, de unos 200,000 habitantes.
Afganos iracundos por la quema de su libro sagrado protestan en la provincia de Laghman. (AP)
Un policía afgano logró quitarle una bandera de EE. UU. a manifestantes en Kabul. (Omar Sobhani / Reuters)
Afganos queman una bandera de EE. UU. en una protesta en Lashkar Gah, capital de la provincia de Helmand, en venganza por la quema de ejemplares del Corán en la base militar de Bagram. (EPA)
La pasada primavera, la base alemana de Talokan fue atacada por manifestantes, varios de los cuales perecieron cuando los militares germanos repelieron la agresión.
Semanas después se produjo en la misma localidad un atentado con bomba contra el palacio del gobernador de Talokan en el que murieron, entre otras personas, el jefe de policía del norte de Afganistán y dos soldados alemanes.
El comandante en jefe de las tropas alemanas en el norte de Afganistán, el general Markus Kneip, resultó herido en aquel ataque.
Asimismo, un soldado afgano destinado en una base estadounidense del este de Afganistán ha matado a tiros este jueves a dos soldados de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) después de unirse a un grupo de personas que estaban protestando por la quema de ejemplares del Corán por parte de militares de la OTAN, según han informado fuentes militares occidentales.
El Presidente de EE. UU. pidió perdón a los afganos en un mensaje. (Foto Casa Blanca)
El presidente afgano, Hamid Karzai, llamó el jueves a la población a la calma, ante la ola de protestas, disturbios y asesinato.
Los manifestantes cargaron contra la base, situada en la provincia de Nangarhar, después de que las milicias talibán hicieran un llamamiento a los afganos para que atacasen las instalaciones militares occidentales y mataran a los soldados en venganza por la quema de los ejemplares del Corán en la base aérea de Bagram, al norte de Kabul, la más importante con que cuenta la OTAN en el país.
En un correo electrónico, la milicia islámica acusó a las "autoridades invasoras y paganas" de tratar de calmar la situación con su "llamada muestra de disculpas, pero en realidad dejan que soldados inhumanos insulten nuestro libro sagrado".
Llamaron a los afganos a vengarse "hasta que los responsables de acciones tan inhumanas sean aprehendidos y castigados".
"Debemos atacar sus bases militares, sus convoyes militares, debemos matar a sus soldados, arrestar a sus soldados invasores, golpearlos y darles el tipo de lección para que nunca se atrevan a insultar al sagrado Corán", señaló el Talibán en el mensaje.
El académico religioso afgano Anayatullah Baligh dijo que puede ser apropiado quemar un Corán dañado para deshacerse de este, pero que el acto debe realizarlo un musulmán de manera respetuosa.
"No puedo decirte si los estadounidenses quemaron intencionalmente las copias del sagrado Corán para hacer enojar a los musulmanes o si lo hicieron por error", pero su "descuido" fue un "crimen que cometieron contra un libro sagrado para 2,000 millones de musulmanes alrededor del mundo", dijo.
n su disculpa por la quema del libro, Allen aclaró: "No fue una decisión que fue hecha con respeto a la fe del Islam. Fue un error. Fue un error. Al momento en que nos dimos cuenta de eso lo detuvimos e intervenimos".
Un funcionario militar dijo que el material fue retirado de la librería de un detenido porque tenía "inscripciones extremistas" y "había sospechas de que estos documentos eran usados para facilitar comunicaciones extremistas".
Pero las palabras de Allen no fueron suficientes para apaciguar el enojo de los afganos, quienes se reunieron a las afueras de la base de Bagram este martes y cantaban "¡Muerte a Estados Unidos!¡Muerte al gobierno de Afganistán!¡Larga vida al Islam!".
Manifestantes quemaron llantas y tiraron rocas afuera del Campamento Phoenix este miércoles, cerca del Aeropuerto Internacional de Kabul, dijo la Embajada de EU en su cuenta oficial de Twitter. La sede diplomática pidió a estadounidenses evitar el área y dijo que las protestas se habían tornado violentas. También suspendió los viajes.
En Jalalabad, capital de la provincia de Nangarhar, cientos cantaron "Abajo Estados Unidos", mientras la multitud se reunía cerca de un aeropuerto local.