CARACAS, Venezuela, 21 de febrero.- El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ha reconocido que existen altas probabilidades de que la "lesión" [tumor] que le han encontrado ahora sea de origen "maligno" y ha afirmado que probablemente la operación a la que debe someterse no pasará del fin de semana y se llevará a cabo en La Habana.

El optimismo del Presidente de Venezuela es digno de encomio.

"No estamos seguros, nadie puede decir, científicamente hablando, que esa nueva lesión sea maligna, sin embargo hay probabilidades altas de que lo sea, porque está en el mismo lugar donde estaba el otro, el tumor grande, por eso hay que extraerlo", indicó Chávez en una comunicación con el canal estatal de televisión VTV.

La operación debe ser "en los próximos días. No creo que pase del fin de semana que viene para extraer esa lesión", dijo el líder durante su comunicación telefónica.

Chávez reiteró que se trata de "una lesión de unos dos centímetros" y aseguró que los médicos están optimistas. "Todos estamos optimistas", añadió. Recordó que esa nueva lesión "estaba dentro de las probabilidades" tras la cirugía del tumor en junio, pero aseguró que él está "mucho mejor" que en aquella oportunidad para encarar la nueva intervención quirúrgica.

"Hay que actuar rápido para precisar las características de esta lesión", dijo, y así después "proceder con una nueva etapa de tratamiento". "Nada para alarmarse. De cosas peores hemos salido", añadió.

Poco después, en una nueva intervención por teléfono en otro programa de televisón de la cadena, el Mandatario despejaba las dudas sobre el lugar donde se llevará a cabo la operación y descartaba Caracas en favor de La Habana.

"Voy a ir a La Habana, allá está todo listo, porque además son los mismos médicos que me operaron, que conocen incluso la herida de aquella operación" de hace ocho meses.

"Aquí (en Caracas) habría que estar implementando cosas, activando elementos; allá hay más seguridad para este tipo de operación y sobre todo los mismos médicos, el mismo equipamiento", insistió, al subrayar que "todo va a ser mejor".

Chávez no precisó el momento en que viajará a La Habana aunque señaló que se preparará para el fin de semana.

"Vamos a ir a La Habana, pero no como ya empezaron a hacer correr por ahí, que si salgo esta noche, que me llevan esta noche, que ya estoy en la última", dijo, al agregar que irá "sin carrera y todo en su debido momento".

El dirigente también ha advertido que va a tener que bajar el ritmo que venía aumentando en los últimos meses y "repensar" su agenda personal.

"Lamentablemente no me van a ver, no voy a poder seguir con el ritmo que venía in crescendo sobre todo desde diciembre, no voy a poder porque estoy obligado a atender esta nueva circunstancia, a repensar mi agenda personal y a cuidarme y a enfrentar lo que haya que enfrentar".

Horas antes, el Mandatario reaparecía y reconocía que el sábado pasado le fue detectada en Cuba "una lesión" en la misma zona en la que se le extrajo un tumor en junio.

"Desmiento que tenga metástasis (...), que ya me estoy muriendo", afirmó el gobernante al concluir una alocución televisada de casi dos horas desde una fábrica de vehículos pesados en su casa de su ciudad natal, Barinas.

El análisis al que dijo que fue sometido el sábado en La Habana detectó "una lesión en el mismo sitio donde fue extraído el tumor hace ya casi un año; es una lesión pequeña de cerca de dos centímetros de diámetro, muy claramente visible", detalló, "que obliga a una nueva intervención quirúrgica, se supone que menos complicada que la anterior".

"Estoy en buenas condiciones físicas para enfrentar esta nueva batalla", añadió el Presidente, que ha reaparecido con buen aspecto, vestido con una chaqueta azul y su típica camiseta roja.

Chávez confirma así los rumores que surgieron la noche del lunes y que apuntaban a que había empeorado su estado de salud. Fue el periodista venezolano Nelson Bocaranda -el que dio la noticia de que padecía cáncer- quien lanzó la alarma al escribir en su Twitter que había ido a Cuba junto a sus familiares y que estaban decidiendo si operar de nuevo o no.

El ministro de Información había salido antes a la palestra para desmentir los rumores, a los que tachó de una 'guerra sucia' orquestada por la oposición de cara a las elecciones del próximo octubre.

En un primer momento el presidente también pareció que iba a desmentir los rumores, pero tras dos horas de comparecencia, ha admitido que deberá tratarse de nuevo.

El presidente Chávez agradeció la gran cantidad de llamadas y mensajes que ha recibido desde que anunció que debería ser sometido de nuevo a cirugía.

Enumeró entre quienes le han llamado a los presidentes de Argentina, Cristina Fernández; Uruguay, José Mujica; Nicaragua, Daniel Ortega, y Bolivia, Evo Morales.

También aprovechó para atacar el "torbellino de mentiras" que se han lanzado en los últimos días, en alusión a rumores sobre su empeoramiento e incluso a una operación de urgencia en La Habana.

El presidente venezolano, que terminó la llamada telefónica con tono emocionado, respondió en horas de la tarde a través de su cuenta de la red social Twitter a los mensajes de apoyo de sus seguidores.

"Dios les pague tanta solidaridad, tanto Amor, mis amados y amadas Compatriotas! Viviré! Viviremos! Venceremos! Hasta la Victoria Siempre!, escribió.

El secretismo ha rodeado desde el principio el cáncer de Chávez. Ni siquiera hay certeza del tipo de tumor que padece, aunque por los síntomas los especialistas se inclinan por uno de colon o de intestino. También se ha apuntado la posibilidad de que tenga un tumor de próstata. Lo único cierto es que fue operado de un tumor maligno en Cuba, donde también recibió los primeros ciclos de quimioterapia.

Ya a finales de enero fuentes diplomáticas apuntaron que el estado del Presidente no era tan bueno como hacía creer y apuntaban, incluso, que igual no aguantaba hasta las elecciones del próximo octubre.

De hecho, el agravamiento de Chávez llega justo en medio de la batalla electoral que libra con Henrique Capriles, de cara a los comicios del 7 de octubre. Chávez no ha dado tregua a su rival y ha aprovechado cualquier ocasión para descalaficarle, aunque Capriles no se ha quedado atrás y ha entrado en el juego dialéctico.