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CIUDAD DEL VATICANO, 18 de febrero.- "Pregate per me, servite la chiesa", dijo el Papa Benedicto XVI a 22 cardenales a quienes nombró hoy y que un día elegirán a su sucesor, dejando su huella en el futuro de la Iglesia Católica.
Entre los más destacados príncipes de la Iglesia está el arzobispo de Nueva York, Timothy Dolan, al que algNunos expertos vaticanos apuntan como posible candidato en el futuro a convertirse en el primer pontífice estadounidense.
Benedicto XVI, quien cumple 85 años en abril y al que se le ve visiblemente envejecido, elevó a los hombres al máximo rango de la Iglesia en consistorio llevado al cabo en la basílica de San Pedro.
Fugas de información empañan consistorio: revelación de documentos acerca de luchas intestinas, irregularidades financieras y caos administrativo en el Vaticano.
"Los cardenales reciben la obligación del servicio del amor: el amor a Dios, el amor a su Iglesia, un amor absoluto e incondicional por sus hermanos y hermanas, incluso derramando su sangre si es necesario (en defensa de la fe)", dijo el Papa a los nuevos cardenales antes de entregarles sus anillos y birretes rojos.
Los nuevos purpurados proceden de Estados Unidos, Hong Kong, Italia, Portugal, España, Brasil, India, Canadá, República Checa, Holanda, Rumanía, Bélgica y Malta.
Dieciocho de ellos tienen menos de 80 años y por ello optan a entrar al cónclave secreto que elegirá al próximo Papa entre sus propias filas.
Doce de ellos son europeos, lo que eleva el número de cardenales con derecho a elegir del continente a 67 de 125.
Dolan, arzobispo de NY (en las tres fotos es él), considerado papable.
Con los de hoy, Benedicto XVI, que fue elegido en un cónclave secreto en el 2005, ha nombrado más de la mitad de los cardenales con derecho a elección. Los otros fueron designados por su predecesor, Juan Pablo II.
Frente a los 67 de Europa, Latinoamérica tiene hoy 22, Norteamérica 15, África 11, Asia 9 y Oceanía uno.
Los cardenales son los colaboradores más estrechos del Papa en el Vaticano y en todo el mundo.
Encabezan las principales arquidiócesis y dirigen departamentos vaticanos clave que ayudan al pontífice a decidir las políticas y doctrinas de la Iglesia, que pueden afectar las vidas de 1300 millones de católicos en todo el mundo.
En momentos en que el Papa Benedicto XVI disminuye su ritmo al aproximarse a los 85 años, la ceremonia de hoy sábado ha adquirido el aura de una cumbre previa a un cónclave.
"Estamos muy felices (...) el cardenal Dolan va ser consecuente con la Iglesia Católica en Estados Unidos, llevará los asuntos que deberán ser tratados con la Casa Blanca, y tiene una gran personalidad", dijo Mark Tooey, uno de los más de 1000 estadounidenses que viajaron al Vaticano para asistir al evento.
En la ceremonia, el Papa dijo a los nuevos cardenales que en la labor de cooperar estrechamente con él en la "delicada tarea" de gobernar la Iglesia en todo el mundo, tienen que ser primordialmente hombres de religión.
El viernes, los cardenales antiguos y los nuevos se unieron a Benedicto para un día de reflexión acerca de cómo propagar la fe en un mundo cada vez más secularizado.
Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York, se disculpó por su italiano rudimentario y con toques de buen humor dijo a sus colegas que la evangelización en el mundo de hoy exigía a sus misioneros vivir y difundir la fe con amor, gozo y "lamento decirlo, sangre".
Recordó que los cardenales usan atuendo escarlata para simbolizar su disposición a derramar su sangre como mártires por la fe y se comprometen durante el consistorio a morir como mártires, de ser necesario.
"Santo Padre, ¿puedes omitir la frase 'derramar tu sangre' cuando me entregues el capelo?", le preguntó Dolan. "¡Por supuesto que no! No somos sino auxiliares audiovisuales escarlatas para todos nuestros hermanos y hermanas también llamados a estar listos para sufrir y morir por Jesús".
El vocero de la Santa Sede, el religioso Federico Lombardi, ha salido al paso de las versiones y documentos que se han filtrado, en los que se sugiere corrupción y lavado de dinero en el Banco del Vaticano.
El escándalo comenzó el mes pasado con la publicación de cartas del ex viceadministrador del Vaticano, quien rogó al Papa no ser transferido después que puso de manifiesto millones de euros en sobrecostos en la administración del Vaticano. Después fue nombrado nuncio en Washington.
Posteriores versiones de prensa se centraron en cuatro sacerdotes investigados por haber usado supuestamente cuentas bancarias del Vaticano para lavar dinero. El director del banco, mientras tanto, sigue investigado por supuesta violación de la ley italiana contra el lavado de dinero tratando de transferir fondos de dos cuentas del Banco del Vaticano sin identificar al remitente ni al receptor. Ha negado toda irregularidad.
Otras versiones incluyeron un documento vaticano que advertía sobre un complot para matar al Papa este año lo que ha quedado desacreditado.
Enlace a información sobre los nuevos príncipes de la Iglesia