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16 de febrero.- El Parque Nacional de Bouba N’djida, ubicado al norte de Camerún, vive desde principios de enero bajo el dominio de milicias armadas procedentes de Chad y Sudán que, hasta el momento, mataron 200 elefantes, un tercio de los que viven en la reserva.
Un elefante abatido en el parque nacional de Bouba Ndjida.
Según testigos de la zona, los cazadores están armados y se movilizan a caballo, asistidos por camellos. Luego de matar a un ejemplar, le sacan el marfil y regalan la carne a la población local. A su paso quedan los elefantes decapitados.
En tanto, un guía de caza que acaba de regresar de la zona explicó: "Nadie puede saber cuántos han caído, porque todo es muy confuso, pero es cierto que se ven los animales muertos. Estos tipos van fuertemente armados y procuramos evitarlos”.
El diario oficial del régimen, el Cameroon Tribune, publicó el martes pasado el tema en su página principal y lo tituló "Masacre de elefantes". Al respecto, fuentes de la UE aseguraron: "Que el régimen reconozca así lo que ocurre muestra su impotencia. Al menos han decidido denunciarlo".
Ubicación de Camerún.
Por su parte, el responsable de la ONG ecologista WWF en Camerún, David Hoyle, sentenció: "Que está ocurriendo una matanza es seguro, pero los datos no están claros. Hay quien habla de grupos de 50 personas y otros de sólo 10".
Pese a que el tráfico de colmillos está prohibido desde hace 22 años, la ONG Traffic afirma que en 2011 se alcanzó un nuevo máximo de incautaciones en los aeropuertos de todo el mundo.