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ATENAS, 15 de febrero.- La crisis no deja de agitar a Grecia. Este miércoles una mujer amenazó durante horas en Atenas con arrojarse por la ventana del instituto público de empleo en el que trabajaba, porque iba a ser despedida, mientras decenas de cámaras profesionales y curiosos con teléfonos móviles la grababan. Fue la pequeña telenovela del día. Un —otro— empresario fue detenido por evasión fiscal, una de las grandes lacras de este país. Y el presidente de la República, Karolos Papulias, ofreció la renuncia a su sueldo público. Mientras, en cualquier bar, siguen las conversaciones sobre los graves disturbios en las protestas del pasado domingo, cuando el Parlamento aprobó el plan del rescate y sus duras medidas de austeridad.
Harikleia Lambrousi amenazó con lanzarse al vacío tras conocer que la Oficina de Vivienda en la que trabajaba iba a echar el cierre / ANGELOS TZORTZINIS (AFP)
La decisión final se reserva para la cita del Eurogrupo prevista el lunes, después de haber cancelado la que estaba prevista este miércoles (que se sustituyó por una teleconferencia que no supuso demasiados avances palpables), y Bruselas se plantea aplazar una parte del rescate o incluso el total a después de las elecciones, previstas para abril, según señaló Reuters citando una fuente oficial anónima. La Unión Europea (UE) no acaba de confiar en los planes de ajuste griegos, sobre todo en 325 millones de ahorro que bailan en el plan porque Atenas se niega a recortar de nuevo las pensiones, y teme que el Gobierno entrante incumpla lo pactado. “Hay propuestas para retrasar el paquete griego o dividirlo, de modo que se evite una bancarrota inmediata, pero no todo está comprometido aún”, dijo la fuente.
La dureza de las discusiones entre Europa y Grecia sobre el segundo salvamento financiero es cada vez más pública. El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, señaló ayer que la zona euro está ahora “mejor preparada” por si el rescate griego falla. Si Alemania deja claro que el euro puede sobrevivir sin sus socios griegos, el Gobierno heleno advierte de que algunos juegan con cerillas. “Hay algunos poderes en Europa que están jugando con fuego porque creen que no se cumplirán todos los requisitos, y hay quien incluso quizá quiere a Grecia fuera de la eurozona”. Así se despachó ayer el ministro de Finanzas griego, Evangelos Venizelos, unas horas antes de la conferencia telefónica del Eurogrupo, en la que ayer intentó convencer de que el plan de recortes heleno es serio para desbloquear el rescate y evitar la quiebra.
El plan de salvamento contempla una inyección de 130,000 millones (aunque puede elevarse a 145,000) hasta 2014. El 20 de marzo Grecia afronta el pago de una deuda de 14,500 millones y Atenas necesita fondos para evitar eso que se ha dado en llamar quiebra desordenada. Alemania, especialmente, y Finlandia y Holanda son los países que presionan para postergar la ayuda financiera, según otros dos altos cargos que citó la misma agencia.