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El crimen organizado en México ha teñido de sangre, no sólo el mundo de la política, sino también el de la farándula. Las tragedias están a la orden del día y las listas de conocidos personajes del espectáculo que se ven involucrados con distintos carteles de la droga son interminables.
Según información obtenida de distintas fuentes, capos de la droga patrocinan o mantienen relaciones con —desde hace varios años— cantantes, actores, músicos, bandas musicales, modelos y hasta cómicos. Incluso, algunos jefes del crimen organizado aparecen también como dueños de centros nocturnos o de espectáculos donde personajes de la farándula, cine, radio y televisión, actúan bajo su encargo o aprobación.
La PGR ha documentado el paso de las organizaciones criminales en los llamados "giros negros", por ejemplo, el centro nocturno "Premier" perteneció al extinto jefe del Cartel de Juárez, Amado Carrillo Fuentes, (a) "el Señor de los Cielos"; Francisco Rafael Arrellano Félix, dueño de la discoteca "Frankie'O", financiaba costosos espectáculos que incluían el uso de animales; y Juan Óscar Garza Azuara, alias "El Barbas", construyó el "Club 57" para escuchar a sus cantantes favorita(o)s.
En el norte del País, populares agrupaciones han tenido conexión por medio de su música con el crimen organizado. Al parecer, han actuado para gente involucrada en el narco, entre ellos: Los Tucanes de Tijuana, El Coyote y su banda Tierra Santa, Los Canelos de Durango, Los Incomparables de Tijuana, El Potro de Sinaloa, Exterminador, Los Cachorros de Juan Villarreal, Los Intocables del Norte, Pancho Barraza, Julio Preciado, Pablo Montero, Carmen Campuzano, Sergio Vega y sus Shakas, Chuy Vega y Los Nuevos Cadetes, K-Paz de la Sierra, Banda Los Tierra Blanca y otros más.
Es un secreto a voces que la música grupera es la preferida de algunos narcotraficantes y sus espectaculares fiestas, con derroche de vinos, mujeres y droga. Allí las actuaciones de intérpretes de ese género son la atracción; sin duda una excentricidad en donde los traficantes compiten por contar en sus festejos con los mejores grupos musicales.
Por supuesto que se les pide a los contratados que, de alguna forma, sean fieles: no pueden decir ni una sola palabra de lo que ven en la fiesta, e inclusive, algunos tampoco pueden ir a cantar para sus competidores.
Indudablemente las actuaciones especiales de personajes del mundo del espectáculo local y nacional han causado polémica y ante los señalamientos de presuntos nexos con el narcotráfico, el comentario más recurrente de los artistas involucrados es, generalmente, que sus contratos no son pactados de manera directa, sino por terceros, o bien, que ellos, sólo cantaron o actuaron, pero no tienen relaciones con narcotraficantes. Algunos artistas argumentan que sólo se rentan y no investigan de dónde viene el dinero con el que les pagan.
Sus presuntos vínculos con el narcotráfico les ha traído descrédito o mala fama a algunos artistas, como Pablo Montero —se le siguió un juicio en Florida por habérsele encontrado residuos de cocaína, mariguana y alcohol en sus muestras de orina— Juan Gabriel, Joan Sebastian, Alejandra Guzmán, Gloria Trevi, RBD, Lupillo Rivera, Vicente Fernández, Los Tigres del Norte, Marco Antonio Solís, el cómico Roberto Gómez Bolaños "Chespirito", Los Tucanes de Tijuana, Los Tecateros, Fabián Ortegón Piñón, el "Halcón de la Sierra", el grupo Sombra Norteña y la miss Sinaloa, Laura Zúñiga, entre otros.
Uno de los escándalos más sonados hace algunos meses fue la captura de Ramón Ayala y sus Bravos del Norte, Los Cadetes de Linares y el grupo Torrente. La medida cautelar, según informes oficiales, se produjo luego de que todos ellos fueron detenidos por militares tras un operativo en una casa de Cuernavaca, Morelos, donde tenía lugar una fiesta organizada por el cartel de los hermanos Beltrán Leyva.
Especialistas afirman que hay un impacto social y económico derivado de la relación del narcotráfico y el medio del espectáculo que hasta ahora ha sido poco investigado en México.
Esa mezcla de intereses, en ocasiones, resultó en tragedia o descrédito para algunos de los artistas, inclusive hay quienes presuntamente murieron a manos de narcotraficantes y sus sicarios. Los nombres de las víctimas van desde el cómico Paco Stanley, los cantantes Chalino Sánchez, Valentín Elizalde El Gallo de Oro, el vocalista de K-Paz, Sergio Gómez; la grupera Zayda Peña, los cantantes Carlos Ocaranza, El Loco Elizalde, José Antonio Sepúlveda Armenta; El Koquillo de Sinaloa, Iván Canastillo de Los Alazanes de Sonora, entre otros.
El caso más reciente es el del cantante sonorense Sergio Vega El Shaka, quien durante años tuvo una terrible adicción a las drogas que —según él— estaba ya superando. Fue acribillado cuando circulaba en su vehículo por una carretera de Sinaloa, rumbo a un show donde se presentaría con otros artistas mexicanos.
Continuará....