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El especialista e investigador del Centro Regional de Investigaciones "Hideyo Noguchi", Dr. Pedro González, advierte que es una enfermedad difícil de diagnosticar.
Como un ladrón que pasa inadvertido por los mas desarrollados sistemas de alarmas, el Lupus —una enfermedad autoinmune en que las propias defensas del cuerpo atacan a diferentes órganos— es igualmente difícil de detectar, ya que a menudo sus síntomas pueden confundirse con otras enfermedades e, incluso, dar negativo en las pruebas, aún cuando esté presente.
El Dr. Pedro González Martínez, médico internista y hematólogo y responsable del área de Apoyo al Diagnóstico Clínico del Centro de Investigaciones "Hideyo Noguchi" señaló que el Lupus (lobo en latín) no sólo ataca la piel, sino también la sangre, los riñones, el corazón, el hígado y los pulmones, entre otros, por lo que las secuelas a esos ataques pueden provocar confusión en el diagnóstico.
Destacó que aún cuando el médico tiene la sospecha, ya sea porque los problemas de salud que presente el paciente no sean muy comunes a una edad o situación determinada, el Lupus es tan escurridizo, que se necesitan al menos unas cuatro pruebas para comprobar su existencia.
Señaló que ante esta situación, la Sociedad Americana de Reumatología ha establecido once criterios médicos para diagnosticar la enfermedad, de los cuales el paciente debe presentar al menos cuatro, para suponer que padece Lupus.
Entre estos síntomas, citó la erupción malar (en el rostro), zonas rojas en el cuerpo (escamas), fotosensibilidad, úlceras en la boca, artritis (que afecta varias articulaciones sin destruirlas como hace la reumatoide) serositis (inflamación en recubrimientos de pulmones, corazón o intestino), daños neurológicos y también psicosis.
Mencionó que hay dos tipos de Lupus: el eritematoso, que se manifiesta con erupciones en la cara y en el cuerpo, y el sistémico, que ataca los órganos, uno por uno, lo que constribuye a la dificultad para diagnosticarlo a tiempo.
Sobre, la incidencia de esta enfermedad en Yucatán, dijo que, aunque no hay estadísticas, lo cierto es que es más común de lo que la gente cree.
—Ya es común escuchar que alguien tiene una tía, una amiga o una hermana con lupus.
Destacó que debido a la cuestión hormonal, las mujeres padecen esta enfermedad en una proporción de 9 a 1, presentándose, incluso, desde recién nacidas.
Explicó que en ocasiones la enfermedad se hace muy notoria durante la primera menstruación porque es cuando comienzan los cambios hormonales en la mujer, pero también es posible que desaparezca después de manifestarse.
Agregó que el Lupus es una enfermedad extraña. En algunas personas se controla; en otras, sube y baja de intensidad constantemente y en casos más raros, simplemente desaparece. Esto también determina la regularidad del control médico.
A una pregunta, dijo que las personas que padecen Lupus podrían tener alguna predisposición genética, situación que al combinarse con factores externos, como la radiación o luz solar, pueden generar la aparición de la enfermedad.
Finalmente, dio a conocer que el tiempo de vida de un paciente con lupus depende, en primer lugar, del tipo de Lupus que tenga —ya sea el que ataca a la piel, que no es tan noscivo, o el sistémico, que va afectando diversos órganos.
—Pero aún el sistémico tiene una variación que hace la gran diferencia: el daño renal. Si la persona no lo tiene o es detectado a tiempo, puede vivir hasta 15 años, pero si el daño es severo, se reduce la esperanza de vida. L.I.