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El ayuno prolongado provoca que el organismo en vez de remover la reserva de grasa, haga uso de otros elementos como las proteínas, que no están diseñadas para ser fuentes de energía y generan alteraciones en las funciones enzimáticas, hormonales, inmunológicas y de reproducción celular que distorsionan el mecanismo natural del equilibrio corporal.
Los especialistas aseguran que el consumo de proteínas del organismo a causa de ayunos prolongados altera las funciones intestinal, cardiaca, pancreática y pulmonar, así como la respuesta inmunológica, lo cual retarda la recuperación o cicatrización de heridas.
El desconocimiento respecto a la alimentación adecuada ha ocasionado un fuerte problema de obesidad entre la población. Actualmente se privilegia la comida rápida, rica en carbohidratos y grasas, se abusa de las harinas, pan y pastas en la dieta, porque es la forma más simple de aportar energía para el organismo por ser lo más accesible.
Hay personas que acostumbran ingerir alimento desde que desayunan, a las seis o siete de la mañana, y nuevamente hasta las siete u ocho de la noche en que regresan a casa. Esto, debe evitarse consumiendo colaciones, que son alimentos que se ingieren entre las comidas, ya que el organismo humano requiere de tres comidas al día, salvo en la etapa nocturna cuando se reduce el consumo energético durante el sueño, aseguran los médicos del IMSS.
En todo caso, afirman, si no es posible cumplir con los requerimientos alimenticios necesarios es recomendable el consumo de complementos alimenticios y vitamínicos, a fin de proporcionar al organismo lo que necesita. Pero el consejo médico no debe faltar para establecer una dieta o para ingerir algún producto con el fin de lograr bajar de peso o equilibrar el consumo energético. Boletín de la delegación del IMSS en Yucatán.