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Esta semana se inició con una tragedia que causó revuelo entre la clase política nacional: Rodolfo Torre Cantú, candidato de la Coalición Todo Tamaulipas, conformada por el PRI, PVEM y el Panal, fue muerto a tiros cuando un comando armado lo interceptó en el kilómetro 7.5 de la carretera Ciudad Victoria-Soto La Marina, con rumbo al aeropuerto de esa capital para abordar un avión privado que lo llevaría a Valle Hermoso y luego a Matamoros para presidir cierres de campaña. Aunque el homicidio ocurrió a tan sólo seis días de las elecciones, siete horas después de confirmada la noticia, el Instituto Electoral de Tamaulipas anunció que no se suspenderían los comicios de este domingo 4 de julio, donde además del gobierno estatal, se renovarán 43 ayuntamientos y el Congreso local.
Durante los hechos sangrientos, ocurridos el lunes 28 a alrededor de las 10:30 de la mañana, también murieron el diputado local del PRI, Enrique Blackmore, así como el jefe de escoltas, Aureliano Balleza y los guardaespaldas David Castelo, Dante Quirós y Gerardo Subiate. Por las numerosas heridas de bala recibidas en el ataque, posteriormente perdió la vida en el Hospital General en donde era atendido el secretario particular del candidato, Alejandro Martínez.
El homicidio del político taumalipeco fue condenado por el Presidente Felipe Calderón, quien calificó de "cobarde" el atentado. En un mensaje en cadena nacional, el mandatario afirmó que lo ocurrido a Torre Cantú no fue el ataque a un candidato, sino a las instituciones e hizo un llamado a la unidad y al diálogo para enfrentar al crimen organizado, llamado que inmediatamente Manlio Fabio Beltrones, líder del PRI en la Cámara de Senadores, reprochó por "llegar tarde".
En el mismo tono, la presidenta nacional del PRI, Beatriz Paredes Rangel —amén de exigir el esclarecimiento de los hechos y asegurar que a los priistas nada los va a intimidar, someter ni doblegar— pidió no "lucrar con el dolor de los priistas" ni valerse de su duelo "para hacer enlaces en cadena nacional" y reviró diciendo que el PRI siempre ha estado dispuesto a dialogar, "pero con liderazgos legítimos y no fruto del oportunismo que bregan en la borrasca de aguas tormentosas, para ver si recomponen sus posicionamientos..."
El miércoles, el PRI designó a Edigio Torre Cantú, hermano mayor del malogrado candidato priista, como sustituto de éste en los comicios. Sólo un día antes el nuevo candidato había pronunciado unas emotivas y muy aplaudidas palabras en el sepelio de su hermano.