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Perder a un ser querido siempre dolerá, pero cuando esta pérdida no está programada por la vía de una enfermedad crónica, degenerativa o por los antecedentes del familiar, no deja de ser más dolorosa; pero al fin y al cabo, llega la aceptación, todo gracias a Dios, que nos indica que la vida debe continuar, porque tenemos otros seres que necesitan de nosotros como nosotros de ellos y de allí la reconfortación espiritual... Pero cuando esta pérdida es súbita, de una persona profesionista, querida y apreciada por sus familiares , amistades y conocidos, que te manifiestan sus momentos de vida con ese ser querido... duele, y si a eso le agregamos la incertidumbre de su paradero, el dolor todavía es más profundo, más lastimero, porque no hay peor situación que la incertidumbre, haya sucedido como Dios nuestro creador haya dispuesto. Hasta aquí, lo espiritual ,lo moral, de lo cual , soy creyente. Pero de lo que NUNCA podré estar convencido, es de la abulia, desinterés, insensibilidad, omisión, soberbia e irresponsabilidad de las autoridades estatales, comandadas por la Gobernadora del Estado. C. Ivonne Ortega Pacheco, que durante DOCE largos meses, se aferró a manejar el caso, pese a mis súplicas de que se declarasen INCOMPËTENTES, a fin de que fuera atraído, por la Procuraduría General de la República (PGR), de nada valió; el temor al término, erizaba a los ex Procurador de Justicia(¿?) del Estado y Subprocurador, Licenciados José Guzmán Pacheco (de quién siempre confié, por los años de amistad) y Rafael Acosta Solís a quién allá tuve la desdicha de conocer y comprobar que su puesto era resultado de un movimiento político, porque su experiencia en éstas lides de los dos eran CERO. Al principio, le echaron las ganas del mundo el jefe ordenando al subalterno, y éste con el complejo de Giulani, aquél jefe policiaco neoyorkino y luego alcalde de la ciudad de Nueva York, con la gran diferencia de la metodología. Acosta Solís, en forma primitiva, presumía y lesionaba sentimientos familiares, él consideraba, que estaba bién, su jefe, ignoraba con certeza lo que éste sujeto hacía, pero le creía, pese a que no lo tragaba, porque me consta, pero se lo impusieron como a él también lo pusieron, sin criterios de capacidad, los perjudicados del caso, el que escribe y la familia. DOCE meses, de vueltas a la PJE, de plantones en el Palacio de Gobierno, en el monumento a la Patria, conferencias a la prensa libre, desplegados, volantes, espectaculares y pese a eso, la PJE y la Gobernadora, hacían como que cumplían. De nada sirvió, la intervención del Sr Alejandro Martí, para que se proporcionara la coadyuvancia y la copia certificada del expediente, que acordó con la gobernadora, el tal Guzmán Pacheco se la pasó por el arco del triunfo, me pregunté: hay gobernabilidad en el estado, o a que le temía Guzmán Pacheco, al contravenir el acuerdo entre el Sr Alejandro Martí y la Gobernadora Ivonne Ortega, ocultaba algo? Es mi pregunta hasta la fecha. Solicito audiencia a la C. Gobernadora, me ignora, me obliga al amparo Federal, lo ganó, pero a esas alturas que caso tenía ya la entrevista? Donde queda la justicia expedita, o el tan cacareado slogan "cercano a la gente"? Allí están las evidencias.La investigación continuó en manos del estado, en forma light, con excepción de un agente comprometido con su profesión pero sumamente limitado en personal con experiencia, con presupuesto, tecnología MINIMA, no hablemos de punta, y la sospechosa negativa de declararse INCOMPETENTES, para que la PGR atrajera el caso. Como mendigo, el suscrito asistía, voluntariamente a informar todas las novedades, desde nuevos mensajes, hasta nuevas indagatorias y al decir como mendigo, es porque NUNCA me dieron la coadyuvancia .
Por otras causas ilegales que son del dominio público, pero ajenas a mi caso, por fortuna cesan, sin consignar a los licenciados Guzmán Pacheco y Acosta Solís, los pasan de "asesores" del Gobierno de la Gobernadora, que les parece?. Llega al puesto el Lic. Cabrera Rivero, pedimos audiencia se nos concede como al mes, nos escucha y en forma por demás burda, a fin de de acabar con nuestros plantones frente a Palacio, a los DOCE meses de mangonear el caso se dan cuenta de su INCOMPETENCIA y en forma de burla, unas horas de efectuar el plantón ante Palacio, por los TRECE meses, me notifican al domicilio de un servidor, que UN MES atrás, la PJE, se había declarado incompetente por lo que había turnado el caso a la PGR, acaso no es desdén, omisión e irresponsabilidad, que un mes después me notifiquen?
El sufrimiento familiar del secuestro (que jamás ha aceptó, la PJE, pese a más de 150 mensajes de celular, que le constan) de un familiar, querido y respetado, por propios y extraños, no tiene explicación lógica para nosotros los familiares, pero menos la tiene, ni la pudieron evidenciar las autoridades locales, por más que desearon, con líneas de investigación lógicas algunas y ofensivas como maquiavélicas las demás, NINGUNA pudieron evidenciar, eso es capacidad de resolución? Es motivo como para presumir que Yucatán es un estado tranquilo? Aquí hay algo obscuro, algo que guardaron las autoridades estatales con fines inconfesables.
Esto lo publico, no sólo por cumplirse VEINTE largos meses, sino también para que los amigos , compañeros y familiares de mi hermano DR DELIO ARTURO PENICHE MANZANO, a quién pertenece todo éste escabroso relato, sepan que no he dejado el caso en el olvido, que deseo demostrar a la sociedad y opinión pública en general sin distingos de partido, la clase gobernante que hoy dirige nuestros destinos en el estado, con conocimiento de causa, de que no habrá partidista alguno de la gobernante en turno que me evidencie lo contrario como tampoco podrían regatearme la lucha limpia, honesta y perseverante por llegar a la realidad del caso de mi hermano.
Hoy el caso ha pasado a manos de la PGR, donde espero mejores resultados, concediéndoles el derecho de la duda por un tiempo prudente, para estudiar el caso y sobre el opinen al respecto, de ello estaré más que pendiente, porque repito, una vida que pudo ser, la de un familiar de quién esto lo está leyendo, no puede quedar en el olvido sin razón, pues una vida útil a la sociedad no tiene precio.
¡Demando que el Gobierno me demuestre lo contrario!
Dr. Alfonso de Jesús Peniche Manzano
Julio del 2010
Cel. 9999 47 45 25.