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Dos estrellas
Tener expectativas elevadas de una película como "Eclipse" sería un acto de mucha ingenuidad. De antemano se sabe que la saga "Crepúsculo" es la degradación de Anne Rice a una telenovela juvenil, así que sobre esa base no hay que pedirle demasiado. La "escritora" Stephenie Meyer llevó el tema vampírico al terreno del melodrama protagonizado por adolescentes. Su franquicia, tanto en lo literario como en lo cinematográfico, ha resultado un gran éxito.
Meyer supo aprovechar las billonarias experiencias de marketing de J. K. Rowling con Harry Potter. Y aunque no tiene el talento de Rowling para desarrollar de manera compleja una trama, al menos cuenta con un gran equipo de asesores que ha sabido encauzar a "Crepúsculo" como un producto fílmico altamente redituable.
"Eclipse" es la tercera parte y seguimos las dudas amorosas de Bella, al mismo tiempo que un ejército de vampiros comienza a acechar a Edward y sus amigos. En realidad es una extensión casi estática de "Luna nueva", pues Bella sigue en el mismo conflicto de estar entre dos amores: un vampiro y un hombre-lobo. Aunque la base argumental se presta para mayores cosas, Meyer desarrolla su peculiar tono anodino y telenovelesco.
El relato se hace soportable por entremezclar a la almibarada Bella con el concluyente relato de Victoria, la vampira que busca vengar la muerte de su pareja. El plan de Victoria es hacer un ejército de nuevos vampiros lo suficientemente fuerte para matar a Edward y su clan. Esas partes oscuras de la película son las que imprimen un poco de ritmo y variedad a un pobre guión que de otra manera sería inaguantable.
Hay errores inverosímiles en la continuidad de la cinta, en una toma Edward lleva pupilentes amarillos y en la siguiente son rojos. O los cambios bruscos de maquillaje donde los vampiros palidecen y recuperan color en el rostro como por arte de magia.
Lo que también es un fallo es la musicalización que permanece a dos niveles: sobrado o ineficiente. Se nota que es un catálogo de melodías metidas a chaleco para justificar la edición de un disco con la música de la película. Lamentable.
Pero lo más lamentable es descubrir que sus protagonistas Kristen Stewart (Bella), Robert Pattison (Edward) y Taylor Lautner (Jacob) no han invertido un solo dólar de lo ganado en pagarse unas clases de actuación. Aunque de los tres no se hace uno, quien queda en mayor evidencia es Kristen Stewart, pues sobre su personaje recaen los conflictos más importantes de la historia. La chica es tan pero tan mala que puede mantener la misma inexpresión en el rostro si su novio la besa, si su padre la regaña o si intentan matarla. Pattison se dedica a hacer lo que sabe: posar para la lente. Mientras Lautner enseña la musculatura incluso en escenas con nieve.
"Eclipse" queda como la entrega más irregular de la saga "Crepúsculo". Me agradaba tanto la oscuridad y el misterio de la primera, como el ritmo de la segunda; desgraciadamente esas cualidades se han eclipsado en pos de saturar al espectador con el romance entre Bella y Edward. La falta de mesura arrastra al guión a un exceso melodramático. Ver a Bella y Edward acurrucados en un campo lleno de flores puede producir un coma diabético.
Lo mejor: las partes que tienen relación con el ejército de vampiros y ver a Dakota Fanning como uno de los Vulturis.
Lo peor: la cursilería, los errores de continuidad, la música y las pésimas actuaciones de sus protagonistas.