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Chayanne cumplió promesas a sus fans en Mérida. A pesar de las condiciones climatalógicas adversas, el artista puertorriqueño complació a unas 15 mil personas que el pasado miércoles por la noche se dieron cita en el estadio Carlos Iturralde Rivero. El boricua se despidió con una frase que llenó de esperanza a sus fieles admiradoras: "pronto volveré".Horas antes de su concierto, Chayanne estuvo en el estadio probando su equipo de sonido. A las 22 horas, como estaba previsto, subió al escenario y comenzó su show que forma parte de la gira internacional No hay imposibles.
A los pocos minutos de haber empezado, mientras interpretaba Palo bonito, resbaló y cayó, ocasionando tremendos gritos de sus seguidoras. Algunas de las que estaban cerca tuvieron el privilegio de tocarlo y recibir besos de Chayanne, pues el intérprete bajó unos segundos para saludar y besar.
Los gritos se intensificaban en cada cambio de vestuario y se acentuaron cuando mostró una especie de guayabera negra y después su camisa blanca y corbata, especialmente para interpretar los últimos temas: Tiempo de vals, Me enamoré de ti y Torero.
Tras hora y media de concierto y en medio de un impresionante juego de luces, Chayanne se retiró del escenario y de ahí se fue al aeropuerto de Mérida, para regresar a la capital del país en vuelo privado.