Se distinguen cada año 20 naciones en todo el planeta por ser las más atractivas para la inversión productiva.

México fue, durante 10 años —de 1999 a 2008— una de esas 20 naciones. Llegó a ocupar el lugar número 12.

En 2009 México sufrió un descalabro económico, una brutal crisis, cuando aún estando vigente las condiciones de la crisis financiera de los Estados Unidos, el virus AH1N1 comenzó a aparecer en mexicanos. Como lo dictan las normas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), México declaró la situación de epidemia, sobre todo por tratarse de un virus que jamás antes había atacado organismos humanos. No se conocían ni las consecuencias ni la forma idónea para combatirlo. En tanto las cosas tomaron su justa dimensión, México perdió miles de millones de ingresos en divisas al quedar fuera de los circuitos turísticos durante casi mes y medio.

Todo apunta a que en 2010 México volverá a estar dentro de ese grupo de 20 naciones “más atractivas” para la inversión extranjera.

A ver, amable lector, ciudadano mexicano de Yucatán, residente de Mérida: ¿podría usted pensar que nuestro país esté, realmente, dentro de ese grupo de 20 naciones más atractivas para invertir considerando lo que nos llega todos los días de todos los medios masivos de información?

Estamos viviendo realmente una tragedia histórica de proporciones desesperantes. Diariamente diferentes medios llevan cuenta de los que han muerto en enfrentamientos o masacres intencionales relacionadas con grupos que pelean sus territorios o buscan chantajear al gobierno para que cese en su combate frontal.

¿Qué es lo que hace pensar a los delincuentes —que masacran para exigir que no se les combata— que el estado mexicano debe tolerarlos pasivamente?

Estamos obligados a buscar la respuesta a esa interrogante en el pasado tolerante de nuestro país. Con respecto a los grupos armados se han dado 2 actitudes: 1) De tolerancia y 2) De intolerancia. La pregunta es, ¿por qué fueron tolerados alguna vez? ¿Quién tuvo el poder de decidir que los grupos que hoy masacran y exigen que se les tolere, ayer se les tolerara y se les dejara actuar? ¿Quién? ¿No es ése el —persona o sistema— culpable de lo que hoy sucede?

Y a pesar de ello, cuando el cambio se fue gestando y se mantuvo, estuvimos entre los 20 países más atractivos. Nn virus —AH1N1— nos bajó, pero estamos volviendo a subir.