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Parafraseando la frase de Bulnes que consigna: "pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos", podríamos decir: "pobre Mérida, tan lejos de Dios y tan cerca del orteguismo", como explicación de las circunstancias por las que atraviesa nuestra ciudad y como justificación de los males que la aquejan. Nada es casual, tras el fraude electoral maquinado por la maquinaria tricolor y dirigido desde palacio de gobierno en los comicios pasados en perjuicio de la abanderada del PAN, Beatriz Zavala Peniche, y ante la indiferencia, la pasividad y el silencio cómplice guardado por la ciudadanía ante semejante atropello, la colectividad comienza a pagar el costo que implica semejante pecado de omisión.No faltará quien asegure que exagero, pero los hechos hablan por sí solos: la ciudad nuevamente está sucia, llena de baches, plagada de mosquitos, se suscitan los primeros casos de ejercicio abusivo del poder de parte de funcionarios priistas y para colmo, en una actitud inexplicable en un gobierno de corte marcadamente populista como todos aquellos que llevan la impronta del grupo que detenta el control político en la actualidad, el ayuntamiento meridano ha determinado otorgar la concesión para operar los parques en línea a una subsidiaria de Carlos Slim, lo que nos lleva a conjeturar cualquier cantidad de sospechosas conclusiones.
Ante la magnitud del dislate, algunas personas se han apresurado a decir que la medida no implica suspender la prestación del servicio en los sitios en que actualmente se ofrece, pero teniendo en cuenta que Mérida posee más de 400 parques, se ha pensado en ofrecer a la empresa de marras la posibilidad de operar en los espacios restantes, lo que le daría un beneficio notorio respecto de la empresa actualmente encargada de dicha tarea.
Resulta por demás sorprendente —reitero— la decisión del impuesto ayuntamiento priista, toda vez que la empresa del empresario sirio-libanés no prestará en la práctica ningún servicio novedoso, pues se limitará a ampliar los sitios de posibilidad de acceso a la red a aquellas personas que ya son sus clientes y proporcionará a manera de limosna al resto de la población, una hora de acceso gratuito, cantidad de tiempo que resulta notoriamente insuficiente para aquellas personas que por motivos de estudio o trabajo requieren navegar por la supercarretera de la información.
La medida adoptada por este ayuntamiento que blasona querer a Mérida, demuestra que la ciudadanía le importa un bledo y que lo único que le interesa es satisfacer los compromisos contraídos con sus patrocinadores y sus intereses facciosos. Todo cuanto se pudiera argumentar de manera adicional no es sino gastada retórica que a nadie engaña. Los meridanos empezamos a pagar las consecuencias de nuestra apatía, de nuestro desinterés por participar en cuanto concierne a la búsqueda del bien común, comenzaremos a pagar el costo de no haber sido solidarios, de habernos dejado manipular, de haber tenido miedo. Iniciaremos a satisfacer el costo de la traición.
Los ciudadanos debemos ser conscientes que esto apenas empieza y lo peor aún está por venir y que lo único que de alguna manera representa un consuelo es que la actual administración municipal no durará un trienio.
No nos queda sino dar seguimiento cercano a las acciones de los actuales funcionarios, para tratar de evitar, en la medida de lo posible, que se reproduzca el ya harto conocido modelo de vanidad, derroche, irresponsabilidad e ineptitud. Pongo consecuentemente, esta columna al servicio de los meridanos interesados en denunciar irregularidades, injusticias e ilícitos perpetrados en el seno del gobierno municipal. Los tiranos no duran para siempre.
Dios, Patria y Libertad