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Afecta con más frecuencia a bebés que tienen entre dos y cuatro meses de edad, siendo el 90 por ciento de los casos a bebés de menos de seis meses y su frecuencia aumenta durante los meses de frío (diciembre-enero), señalaron.
Es importante que la madre tome precauciones a fin de evitar en lo posible este síndrome por lo que recomendaron acostar al bebé boca arriba o de lado, evitar excesos al colocarle muñecos, cobijas o almohadas, no compartir la misma cama de los padres o los hermanos; todo ello con el objetivo de evitar su asfixia.
Se aconsejó además procurar que el colchón donde duerma el lactante sea rígido y que no se le arrope en demasía, ya que el sobrecalentamiento provoca alteraciones del sistema nervioso, lo que podría desencadenar la muerte súbita; además no debe apretarse mucho al envolverlo, pues aumenta el riesgo de asfixia.
Otras medidas preventivas que reducen el riesgo de este síndrome, es que durante el embarazo la mujer lleve su control prenatal a fin de detectar oportunamente cualquier problema o riesgo a la salud, en especial que sea causa de una disminución en la oxigenación durante la gestación que repercuta directamente en el desarrollo del bebé, por ejemplo la mujer que sufre de hipertensión arterial o de diabetes mellitus.
Un factor de riesgo importante que debe evitarse durante la gestación y después del parto, es el tabaquismo, pues inclusive ser fumadora pasiva incrementa considerablemente el riesgo de que el bebé tenga muerte súbita, ya que ocasiona una mala oxigenación del bebé.
Es importante también que los padres acudan al médico en cuanto observen algo anormal mientras el bebé duerme, como que su respiración sea pausada o no tenga el mismo ritmo de siempre. El sueño correcto debe ser con una respiración profunda; si la madre quiere despertarlo, e insiste y no responde fácilmente, quiere decir que algo anda mal y requiere consulta médica para descartar cualquier problema.
Se aconsejó a las mamás que después de alimentar a su bebé, lo hagan "repetir" (eructar), para después acostarlo semi-sentado por lo menos durante una hora-, en lo que se lleva a cabo la digestión, para evitar con ello una bronco-aspiración; esta práctica debe ser más enfática en los niños que sufren de reflujo gastro-esofágico.
Existen grupos de mayor riesgo y quienes deben extremar más estas medidas, se trata de: niños prematuros o de bajo peso al nacer, los bebés de madres diabéticas o enfermas del corazón y aquellos pequeños que tienen el antecedente de hermanos previos o familiares con este padecimiento, señalaron los especialistas. Boletín de la delegación del IMSS en Yucatán.