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Doña Yamili del Rosario Cen Mora de 34 años de edad, oriunda de la comisaría motuleña de Sacapuc, llevaba un año laborando en la empresa Manofacturas de Henequén S.A. de C.V., ubicada en el kilómetro 8.5 de la carretera Mérida- Progreso, en donde se desempeñaba como telarista manejando una máquina que teje los hilos para hacer costales.
La señora Cen Mora dijo que actualmente tiene 3 meses de embarazo y que desde el primer mes dio aviso a la empresa de esta situación. Sin embargo, fue cesada por la empresa, presuntamente "para evadir su responsabilidad patronal y como un acto discriminatorio a los derechos laborales y al de las mujeres".
La ex empleada narró que el pasado 7 de octubre llegó normalmente a su trabajo, checó su entrada y se fue a su departamento como todos los días. En un momento dado llegó la supervisora Socorro Rivero y le dijo que estaba dada de baja, llamando al vigilante, quien con rudeza verbal le pidió que saliera de las instalaciones porque "no la querían trabajando ahí". Cen Mora dijo que salió del edificio para esperar que llegara el superintendente y el personal de recursos humanos, sin embargo, al pretender hablar con ellos, ambos la evadieron y sólo le dijero que los departamentos estaban llenos y que no tenían cupo para ella.
"Se me hace raro que de la noche a la mañana yo pierda mi trabajo... Todo fue planeado para sacarme, una semana antes Socorro Rivero me mandó llamar y en un tono retador y amenazante me exigió que yo realizara el trabajo duro y riesgoso diciéndome textualmente que no le importaba que estuviera embarazada", dijo la señora Cen.
"Cuando platiqué con el secretario general del sindicato de la CTM, Benjamín González, en lugar de ayudarme a defender mis derechos laborales, con su visión machista sólo me dijo que yo me aguantara a las órdenes de la supervisora... El sindicato me dio la espalda cuando lo necesité, pero los cobros los hacen de manera puntual...", apuntó Cen Mora.
"Con esto queda claro que las mujeres que estamos en periodo de gestación no somos protegidas por ninguna ley, las empresas hacen y deshacen como si no fuéramos personas y como si fuéramos mujeres sin derechos", abundó la quejosa. "Yo sólo pido que se me haga justicia, que me paguen lo que me corresponde, sobre todo ahora que tendré que afrontar mi embarazo sin trabajo, soy madre de dos hijos de 15 y 8 años que también dependen de mí y ahora con mi embarazo las cosas como mujer se complican", dijo.
Doña Rosario concluyó diciendo: "Hago público mi caso porque creo que las mujeres debemos dar la cara y decir las cosas cuando éstas nos lastiman y nos discriminan."