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Fotos: M. Marat (INAH)
San Francisco de Campeche, Camp. 22 de octubre de 2010.- Los altares de la iglesia de San Román —parroquia en donde se venera al Cristo Negro, una de las imágenes religiosas de mayor fervor entre los campechanos— fueron restaurados por especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), con el propósito de mejorar la imagen este templo ante su reciente elevación como santuario diocesano.
El antecedente de estos trabajos se remonta a 2009, cuando a solicitud del párroco Saúl Zavala Priego, las restauradoras Diana Arano Recio y Leticia Jiménez, del Centro INAH-Campeche, conformaron una propuesta de intervención de la base de la cruz del Cristo Negro, la cual presentaba deterioro, y de la cual se sustituyó 10% de la madera, y el resto recibió limpieza, fumigación, resane y reintegración cromática.
Ante los buenos resultados de esta labor, se decidió llevar a cabo un dictamen del estado de conservación de los siete altares que datan de los siglos XIX y XX, que se distribuyen en la nave del hoy santuario ubicado en el tradicional barrio de San Román, en la Ciudad de Campeche. Éstos se encuentran dedicados a Jesús Resucitado, al Cristo de la Columna, al Santísimo, a la Virgen de Guadalupe, a Santa Rita de Cascia, así como a las vírgenes del Rayo y de la Candelaria.
La restauradora Diana Arano, dijo que se pudo determinar que dos de los altares datan del siglo XIX y son de estilo neoclásico; de otro, únicamente su parte superior corresponde a ese siglo, y uno más es de fines del XIX o inicios de XX. Los tres restantes son modernos (de los años 60 o 70) e imitan la forma artística de los primeros.
Los altares estaban cubiertos de pintura negra comercial, y en algunos casos se hallaron debajo las capas pictóricas originales del siglo XIX. Los repintes fueron eliminados principalmente de manera mecánica (con bisturí) y en ocasiones con la ayuda de una plancha y una pistola caliente para retirarla con mayor facilidad.
Liberada la capa pictórica del siglo XIX de cuatro retablos, sólo en uno de ellos se pudo rescatar la hoja de oro original. Cabe mencionar que en el caso del resplandor del Santísimo se recuperó un elemento que se hallaba oculto: el anagrama de Cristo.
"En los altares antiguos se logró rescatar casi intacta su primera policromía (en la que destaca el blanco), y en algunas partes faltaba estabilidad al soporte, porque faltaba algún ensamble o moldura, y para ello usamos el servicio de ebanistería", apuntó la especialista del Centro INAH-Campeche.
Auxiliares de conservación ayudaron a resanar la madera mediante una pasta muy similar a la base de preparación original, hecha con cola de conejo (sustancia pegajosa que se obtiene de la piel de este animal) y carbonato de calcio. Posteriormente se retocó el color.
En cuanto al dorado de las molduras, de forma previa se puso una base de Bol de Armenia (arcilla roja) y luego se aplicó la hoja de oro.
Aunque la restauración de los altares modernos no es propiamente competencia del INAH —toda vez que este organismo preserva el patrimonio cultural creado hasta el siglo XIX—, la institución fungió como supervisora y ejecutora del proyecto, según acuerdo con el Gobierno del Estado de Campeche y la parroquia de San Román.
De esta manera, se buscó que los altares modernos guardaran una armonía con los del XIX, y en dos de ellos se hizo un marmoleado (técnica pictórica que imita las vetas del mármol) que simula los tonos antiguos que se encuentran en la Iglesia de San Francisquito y en la Catedral de Campeche.
Arano Recio mencionó que tras concluir estos trabajos, que además incluyeron la restauración de algunas imágenes y esculturas dispuestas en los altares —en su mayoría modernos—, se contempla rescatar la serie de lápidas que se distribuyen en los muros de la nave, las cuales también están cubiertas por pintura comercial.
Finalmente, la restauradora comentó que en 2011 se intentará gestionar recursos del Programa de Empleo Temporal para exponer estas lápidas en las que se hallan inscritos los nombres de antepasados de muchas familias tradicionales de Campeche y particularmente del barrio de San Román, cuyos orígenes se remontan al siglo XVI, con la fundación de la propia ciudad. Boletín del INAH.