En este mismo espacio, hace algunas semanas hablamos del cinismo. Decíamos que nuestro país tiene básicamente 3 tipos de políticos: 1) los honestos, 2) los ignorantes y 3) los cínicos. Es importante entender que estamos afirmando que nuestros políticos tienen sólo una de estas 3 características. Si es honesto, no es ni ignorante ni cínico. Si es ignorante, no es honesto ni cínico. Si es cínico, no es ni ignorante ni honesto.

Beltrones parece pertenecer en forma contundente a este tercer grupo: no es ignorante, ciertamente; no es honesto, desde luego. No es ignorante porque sabe todo lo que un politiquero mexicano debe saber. Se conoce los detalles de la pura grilla. Con esa expresión mexicana pura, "se las sabe, de todas, todas".

No es honesto y esto lo podemos declarar categóricamente precisamente porque no es ignorante. Si se tratara de una persona honesta, no hablaría como habla: no habría declarado "México va mal". Porque quien es honesto no dice mentiras públicas. Y el cínico es el que miente sabiendo exactamente que lo que está diciendo ¡es una mentira!

Beltrones, pues, encaja a la perfección en el modelo del politiquero mexicano cínico. Es cínico porque sabe que en México lo que "no va bien" es consecuencia de la oposición que él encabeza desde el senado, misma que repite, todos los días, exactamente lo mismo en la cámara de diputados. Peña Nieto también habló del tema en su discurso del día 21: "Ha llegado la hora de recuperar lo que hemos perdido durante estos últimos 10 años".

Son cínicos porque saben cosas que no dicen: lo que un gobierno federal mexicano puede hacer para que la economía de este país esté sólido, ha sido hecho durante las últimos 10 años, a diferencia de los de su partido. Hemos visto: inflación a la baja (10 años con 1 dígito, menor que la mundial), reservas a la alta (recibida en 2000 en 20 mil millones, hoy está arriba de 109 mil millones), déficit fiscal inexistente (cuentas federales pagadas al día en todas las obras emprendidas), creación de empleos dentro de un mundo en crisis por arriba de la media de las economías semejantes o superiores, más vivienda construida de 8 años para hoy que en 35 años anteriores. Y los focos rojos: competitividad a la baja, por negación de los congresistas a apoyar reformas fiscales de fondo, dependencia del petróleo por negar la reforma energética correcta, combate menos eficiente a la pobreza por negación sistemática a generalizar el IVA.

¿Qué va mal? Precisamente lo que los del lado de Beltrones desean que vaya mal. ¡Buen día, lectores!