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Tal y como todos habíamos supuesto, el servilismo y la abyección de los diputados priistas se impusieron al sentido común y al verdadero amor a Yucatán, fuera del discurso, para aprobar en maratónica sesión el aumento de impuestos y la contratación del crédito por dos mil seiscientos millones de pesos, que le permitirán a la gobernadora seguir derrochando los fondos públicos en sus vaquerías y jaranas.
José Collado en tribuna
La sesión, para variar iniciada con retraso, comprendía como puntos torales la aprobación del presupuesto de ingresos, del presupuesto de egresos, del nuevo código fiscal, la autorización para que el municipio de Mérida contratara un crédito por cien millones de pesos y la autorización al ejecutivo para obtener un empréstito por dos mil seiscientos millones de pesos.
La discusión correspondiente al capítulo del presupuesto de ingresos fue ríspida, sobre todo, a partir de una expresión de Pedro Couoh en la que indicó que se procedía mafiosamente desoyendo el clamor ciudadano, lo que propició que la diputada priista Martha Góngora se rasgara las vestiduras, asegurando que los priistas no eran criminales. El presidente de la cámara, Carlos Pavón, le solicitó al panista que se retractara, a lo que este no accedió, argumentando que la cerrazón y la imposición a toda costa de una indicación, es a lo que aludía. Así transcurrió la discusión, con los panistas cuestionando el destino de los fondos que se obtendrían con el incremento y la desmesurada proporción en que aumentaban las contribuciones para los ciudadanos y fundamentalmente para los empresarios y planta productiva y los priistas, con el script perfectamente aprendido de ostentarse como instancia responsable, que debe de tomar una medida dolorosa pero necesaria y defendiendo a ultranza al régimen y la gobernadora. El dictamen fue aprobado sin que se le modificara una sola coma, tal cual les habían ordenado.
Renán Barrera exponiendo su punto de vista
En el capítulo correspondiente al presupuesto de egresos, no hubo grandes variaciones: con los panistas pidiendo que el dictamen se regresara a comisiones, argumentando que aun había tiempo para discutir y rediseñar las partidas correspondientes a comunicación social y desarrollo comunitario y los priistas defendiendo a capa y espada la propuesta oficial.
La nota curiosa durante la discusión relativa a la reestructuración de la deuda fue que distraidos platicando, Renán Barrera y José Collado votaron a favor de esta propuesta, a diferencia del resto de su bancada. Sus demás compañeros les hicieron ver su equivocación y ante ello y las protestas de los priistas que argumentaban que ya se había votado y no debía repetirse el procedimiento, el Presidente, Carlos Pavón, repitió la dictaminación del asunto, votando esta vez en contra, en idéntico sentido a sus homólogos.
Tito Sánchez cuestionando el destino del empréstito
En un gesto conciliador, el diputado panista Pedro Couoh solicitó a su homólogo Roberto Rodríguez Asaf, la solidaridad para trabajar a favor de Yucatán y especialmente de los campesinos, a efecto de reasignar veinte millones de pesos, quitándolos de las partidas correspondientes a Comunicación Social y Desarrollo Comunitario y reasignarlos a programa Alianza por el Campo, que garantizaba que el gobierno federal aportara el doble o hasta el triple de los recursos. Rodríguez Asaf no modificó su postura y solo realizó circunloquios retóricos, lo que propició que Couoh Suaste le dijere: le pido, le ruego, le suplico, que por el bien del campo yucateco, de nuestros productores, reasignemos esta partida (los ya mencionados veinte millones de pesos), de áreas que no son trascendentales para el quehacer económico del estado y para la subsistencia de nuestra gente y los reasignemos a favor de la actividad agrícola y ganadera. Su petición, por supuesto, nunca halló eco.
Pedro Couoh solicitando recursos para el campo
Cuando llegó el turno del análisis del nuevo código fiscal, el diputado Pedro Couoh, solicitó que se modificara lo concerniente a los requisitos para poder entidades de gobierno solicitar un empréstito, para que se especificara a la letra que debían antes, tales pretensiones pasar por el congreso . El presidente de la cámara, Carlos Pavón, decretó un receso, tras el que toda vez que se realizó la modificación solicitada por el legislador blanquiazul, la iniciativa fue aprobada por unanimidad.
La solicitud de crédito para el municipio de Mérida, no desentonó... Los diputados panistas cuestionaron el destino de los fondos, destacando que anteriormente para aprobar un empréstito para la administración de César Bojórquez, la anterior legislatura les solicitó precisar una serie de datos técnicos que en esta ocasión no fueron solicitados. Fue Renán Barrera quien realizó este planteamiento, que Víctor Caballero descalificó al arguir que no era requisito dispuesto por la ley.
Mauricio Sahuí dando cuenta de lo acontecido
Para finalizar, tocó turno a la aprobación del famoso crédito por dos mil seiscientos millones de pesos, solicitado por el ejecutivo ante el Banco Interamericano de Desarrollo. El diputado Tito Sánchez cuestionó la viabilidad de los proyectos a que era destinado, máxime cuando aún no se conocía con certeza el uso y los rubros en los que se había invertido el préstamo anterior. Los priistas, nuevamente por intermedio de Víctor Caballero dijeron ser ejemplo de responsabilidad y que se requería este financiamiento para el desarrollo de Yucatán. La polémica prosiguió tildando los priistas de enemigos de Yucatán a quienes se oponían al empréstito y los panistas destacando que el dinero se destinaría nada más al derroche, toda vez que se disponía de haberes históricos según la gobernadora y los diputados federales del tricolor. Sometido este punto a votación, fue aprobado por mayoría, votando a favor los priistas, el verde y el diputado perredista Félix Várguez Can y en contra los panistas y el coordinador perredista Edilberto Rodríguez López.
Mauricio Sahuí no paraba de hablar por teléfono celular, dando parte sin duda de lo acontecido. Una vez más, el mayoriteo se impuso.