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Padres de familia de la Escuela Benito Juárez García, de Peto, se reunieron ayer con los maestros de sus hijos para manifestar su inconformidad por la maestra de educación artística. Alegan que la maestra sólo ocupa a sus alumnos en trabajos manuales de materiales costosos, pero que son trabajos sin utilidad para la familia.
Queremos que sepan los maestros que como padres de familia, nos interesa que nuestros hijos tengan una educación de excelencia. Pero estamos ante una situación difícil; casi no hay empleos y apenas nos da para comer; "no tenemos dinero para gastar", argumentaron los paterfamilias. Ejemplificaron que, en el caso de educación artística, los hacen erogar en exceso por cosas sin posibilidad de uso constante en el hogar.
Dieron a conocer información extraoficial en torno a que, hace algunos días, los maestros les dijeron a sus hijos, que estaba por prohibirse el consumo de productos chatarra en dicha institución educativa.
Dijeron que, alimentos como empanadas, salbutes y panuchos, como se fríen con aceite, estarían en ese catálogo de productos que no deberán ser consumidos por los alumnos y que, por ese motivo, contratarían a una señora para que venda cocteles de frutas con un costo de cinco pesos, así como hot dogs y jugos naturales.
Madres de familia comentaron que sólo están en la espera de que les informen de esta disposición oficial, para manifestar su inconformidad. Señalaron que hay frutas, como la sandia, la papaya, melón y la piña, que son frutas que fermentan rápido y, además, estamos en un lugar muy cálido y nuestros hijos no tienen la costumbre de comer frutas temprano, "porque les puede dar un torzón" (ch'otna'ak).
Recalcaron que, en la escuela, los maestros sólo pensaban en hacer negocios a costa de los alumnos. Esto lo señaló una madre que omitió dar su nombre para evitar represalias. Indicó, además, que al inicio de clases, hay libros que ellos, sin consultar prácticamente, hacen que los padres de familia adquieran. En esta ocasión sucedió esto mismo, con la maestra de educación artística, que solicitó libros sin considerar nuestra situación económica y pide que los alumnos realicen manualidades muy costosas.
Las madres fueron muy específicas al puntualizar sobre el tipo de anomalías que imperan, como el hecho de que esta disposición sobre los alimentos, así como que aun hay maestros que siguen aplicando una enseñanza a la antigua —castigando a sus alumnos, dejándolos sin comer a la hora del recreo— lo que conlleva, si no comen a la hora, que tengan problemas gástricos con el paso del tiempo.
Los padres de familia elevaron la voz ante las autoridades educativas de Yucatán, para que conozcan este tipo de anomalías que suceden al interior de esta institución educativa en Peto. Pidieron que el gobierno sea más sensible ante la situación económica de los hogares yucatecos.