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Los malos hábitos de higiene al dormir pueden afectar a lo menores, señala especialista
—Mamá, no puedo dormir, no tengo sueño.
Esta frase puede ser más común de lo que uno se imagina, ya que sin importar si son las 10, las 11 o las 12 de la noche, el niño simple y sencillamente se niega a dormir, poniendo a los padres en un verdadero predicamento, señaló el Mtro. Jesús Antonio Moo Estrella, catedrático de la Facultad de Psicología de la UADY y estudiante del doctorado en trastornos al dormir en la Universidad Autónoma de México (UNAM).
—Pero, los padres, ¿se preguntarán qué es realmente lo que les quita el sueño a sus hijos?
En entrevista con Artículo 7, el especialista dio a conocer que cosas tan sencillas como: el asociar la toma del biberón con la hora de dormir; el dormir con la madre; ver televisión, especialmente con contenido muy violento; el tomar siestas prolongadas y a horas indebidas, son factores que pueden estar ocasionando el llamado "insomnio conductual infantil".
De Izq. a der: Los estudiantes Ernesto Bacelis Zapata e Ingrid Ruz Santos con el Mtro. Jesús Moo Estrella, catedrático de la Facultad de Psicología de la UADY.
Acompañado por dos de sus estudiantes, Ingrid Angélica Ruz Santos y Ernesto Isaías Bacelis Zapata, quienes actualmente elaboran para su tesis un instrumento que permita conocer la prevalencia del insomnio en los niños yucatecos de edad escolar, el Mtro. Moo Estrella destacó que la única forma de que este trastorno al dormir pueda llamarse insomnio es porque los padres se quejan del problema.
Al respecto, Ingrid Ruz Santos indicó que, lo más curioso, es que los padres son los responsables al permitir malos hábitos de higiene al dormir y al no poder límites.
—Los niños asocian comportamientos inadecuados para dormir. Por ejemplo, el niño que no duerme si su madre no está cerca de él, si la televisión no está encendida, o el biberón no está a su alcance. Además, si los padres no les fijan un horario para dormir.
El Mtro. Moo Estrella explicó que otro gran problema es la siesta, cuyo tiempo límite debe ser de una hora y realizarse unas cinco horas previas a la hora de acostarse del niño.
Hay padres que, por tener tiempo para sus cosas, permiten a los niños dormir una siesta de hasta tres horas, sin importar las consecuencias: el niño dificilmente podrá dormir cuando llegue la hora, convirtiéndose en un problema.
Manifestó que el ver televisión también puede afectar el sueño del niño, especialmente si los padres lo dejan ver caricaturas o programas violentos antes de dormir.
—Las consecuencias pueden ir desde un cansancio durante el día hasta niños muy activos, que pueden confundirse, sin serlo, con los hiperactivos.
Recordó que un niño en edad escolar debe dormir por la noche unas 10 o 12 horas para tener un sueño reparador, que lo ayude a recuperarse y a aprovechar mejor su día.
Destacó que si un niño tarda más de 30 minutos en dormir, después de haberlo acostado, entonces se trata de Insomnio Conductual Infantil.
—Honestamente, los niños no tienen por qué padecer este problema.
En cuanto a recomendaciones para evitar el insomnio en los niños, dio a conocer las siguientes:
Finalmente, el Mtro. Moo Estrella indicó que cualquier duda o orientación psicoeducacional los interesados pueden dirigirse al siguiente correo electrónico: jmestre@uady.mx. L.I.