1416 palabras
1. Boligoma. El abogado Rubén Bolio Pastrana negó ser "asesor jurídico" de la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco, luego de que el Diario de Yucatán le adjudicara tan hermoso título. Don Rubén había hecho la ya célebre defensa jurídica —un tantillo "jaladita de los pelos"— acerca de las facultades de Bonny para derogar "por sus pistolas", impuestos como el de la tenencia vehicular, desde luego sin someterlo a la soberanía del Congreso de Yucatán. Antes que nadie, Artículo 7 publicó que don Rubén había compartido el pan y la sal con Ivonne durante casi tres horas en la modesta fondita del hotel "Rosas & Xocolate" apenas días antes del decretazo que exentó del pago de tenencia "a unos sí, y a otros no". Se dice que a raíz de esa defensa de boligoma —pegada con chicle— del decretazo, Bolio ha sido objeto de la sorna y víctima de comentarios de muchos abogados que ven de esta manera estropeado el tan cuidado prestigio social del notario. "Lástima que acabe su carrera así, no lo necesitaba", dicen.
2. La presumida hazaña. El viraje de Bolio ya se había manifestado anteriormente. Sólo que algunos no sabían de sus tratos con las que hoy llaman "las damas de la Plaza Grande". Les dicen así por los palacios de la 61 y la 62, no vaya usted a pensar otra cosa. Hace ya más de un año, la entonces diputada Patricia Gamboa Wong y Beatriz Zavala Peniche tuvieron una duda jurídica. A la senadora Zavala se le hizo fácil proponerle a Patricia cruzar la calle de su oficina ya que Bolio Pastrana "seguramente nos puede ayudar y le podemos consultar". Con el notario y abogado la antropóloga Zavala había tenido trato previamente, siempre cordial. La sorpresa fue que el licenciado don Rubén casi no les dejó plantear el asunto siquiera. Se negó a atender a las legisladoras y las sacó con descortés prepotencia de su despacho, con cajas destempladas. La condición de damas de las dos mujeres que pretendían hacerle una consulta jurídica no atemperó en nada su grosería. Extrañadas, las legisladoras solamente se retiraron. No hicieron mayor comentario.
3. Ufano y orondo. La anécdota del "valiente" licenciado y notario sólo trascendió cuando después Rubén Bolio se ufanó de ello. Y también presumió según nuestros informantes de otra villanía. Saliendo las dos mujeres agraviadas de su despacho, presuroso tomó el auricular y marcó ansioso el teléfono de la gobernadora Ivonne Ortega. "¿A qué no sabes Ivonne a quién acabo de sacar de mi despacho?" inquirió a la gobernadora jolgorioso y rebosante de orgullo, como sargento reportándose a su general después de consumar una hazaña de guerra. Y así procedió a relatar su "hombrada" ante el regocijo de su "no asesorada", la mismísima jefa del ejecutivo de Yucatán. Ya para entonces, se dice, la notaría del licenciado Bolio Pastrana era ampliamente beneficiada con la realización de las escrituras que genera el Instituto de Vivienda de Yucatán (IVEY), coto de Angélica Araujo Lara. No es raro entonces para los observadores haber visto luego públicamente al notario Bolio Pastrana participando activamente en los actos de campaña de Angie.
4. Camaleón que se duerme... El epílogo es la "desinteresada defensa" que el abogado y notario "no asesor", sino sólo "alcahuete de lujo" de la gobernadora hace del decreto 367. ¿Tiene la razón Bolio? Ya lo veremos si proceden o no los amparos contra la aplicación —"a ti sí y a tí no"— de la exención de las tenencias. Me dicen que no es
camaléon el que se duerme, sino el camarón. Bueno, el camarón que se duerme —o se hace al occiso ante la evidente ilegalidad— aparte que se lo lleva la corriente, obtiene buenas y jugosas escrituras. Los honorarios cobrados y reclamados por el trabajo notarial obsequiado al camaleón o al camarón dormido, parecen ser la razón de la llamativa metamorfosis rubeniana. Me insisten aquí algunos puntillosos de A7 que el refrán es camarón que se duerme, no camaleón. Yo digo que camarón también puede ser, por aquello de pertenecer al reino de los invertebrados, a los que, por carecer de columna se doblan con elástica facilidad. La columna de la ética profesional, no sólo la vertebral, es la que falta a los profesionistas invertebrados.
5. El color con que se mira. De autócrata, de gobernante derrochador, de "rey sol" yucateco, de dictatorial y de mandatario poco apegado a la ley calificó en su momento el licenciado Rubén Bolio Pastrana a don Víctor Cervera Pacheco, el difunto tío de la actual gobernadora. Ahora resulta que la sobrina del tío —al parecer de don Rubén— resultó una dechada de virtud y de apego al estado de Derecho. En función del bandazo "pastraniano", ha de ser que a diferencia del tío, la sobrina se ha distinguido por su modestia republicana, por su escrupuloso manejo del dinero público, por su constante consulta a los diversos sectores sociales antes de tomar cualquier decisión como gobernante. Además, se ve que el notario se lleva con la gobernadora de piquete de ombligo, ya que para reunirse con ella a comer cerca de 3 horas para conversar como él dice de "cosas intrascendentes", ambos han de tener mucho tiempo para gastar en divertido relax sin tocar ningún tema relevante en todo ese tiempo. "Nada es verdad, nada es mentira..." ¿Otra escriturita bien lo vale don Rubén?
6. Subtítulo 6. El debate de si la condición sentimental o el estatus "fuera del matrimonio" de la alcaldesa de Mérida al recibir la sagrada comunión del mismísimo excelentísimo señor arzobispo Emilio Carlos Berlié Belaunzarán, nos hizo recordar una anécdota de la que fue protagonista el jefe de la Iglesia Católica yucateca. Estaba preso Armando Medina Millet acusado de asesinato. Don Emilio oficiaba como se estila al menos una vez al año una misa en el CERESO de Mérida. Mientras hacía la fila para comulgar, Medina Millet fue notificado por un "emisario episcopal" que el pastor no le daría la comunión, que se saliese de la fila "para evitar una situación desagradable". Así me lo contaron. Así lo cuento.
7. Qué feo Mateo. Al margen de lo que en su estricto apego "el librito" diga en términos del Derecho Canónico, en el caso de Angélica (lo dejo a los estudiosos, admitiendo que yo no lo soy mucho) lo que sí recuerdo son las Catorce Obras de Misericordia que el Catecismo Católico enseña en su doctrina, entre las que se encontraban y me imagino todavía se encuentra "Socorrer a los Presos". Al menos el evangelio de Mateo todavía se lee así: "Tuve hambre y me dieron de comer; tuve sed y me dieronde beber; fui forastero y me recibieron en su casa; sin ropas y me vistieron; enfermo y me visitaron; en la cárcel y fueron a verme" (Mt. 25, 35-36).