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Es obvio que desacreditar la cruzada que el gobierno federal ha lanzado en contra de los criminales armados —por crimen organizado, por extorsión, por asesinatos o lo que sea— es parte integral de un esfuerzo mediático que se está dando todos los días.
Cuando las acciones comienzan, casi en forma instantánea, surgen los comentarios negativos de la oposición política. Lo curioso es que el papel de tontos útiles es inmediatamente adoptado por decenas de editorialistas y redactores de notas.
No se habla en momento alguno de lo que se persigue, sino sólo se comenta que lo que sea que esté haciendo el gobierno federal "debe hacerse en otra forma". No hay remembranza alguna a lo que no se hizo en el pasado. Tampoco hay razonamientos lógicos en torno a la necesidad absoluta indiscutible de llevar a cabo las acciones.
A pesar de conocer —por boca de ellos mismos— opiniones favorables de personajes que tuvieron que enfrentarse a luchas semejantes en otros países como Colombia, la crítica mediática continúa insistentemente. Lo que nadie sugiere es cuál sería el camino alternativo.
El ex presidente mexicano, Vicente Fox Quesada ha declarado abiertamente que la lucha es obsoleta y que lo procedente es legislar el proceso de asimilación de la producción y distribución de las llamadas "drogas prohibidas". Más de 85% de las acciones policíacas tienen que ver con delitos relacionados con la yerba "marihuana". Ese mismo porcentaje bajarían las acciones en caso de, por lo menos, despenalizar el proceso de producción y comercio de esta yerba.
Las gráficas que vemos a continuación nos muestran 2 importantes aspectos del asunto de la violencia desatada por los criminales —contra ellos mismos o contra personas ajenas a sus intereses:
La gráfica de arriba comprueba la focalización de la violencia: 70% está circunscrita a 85 municipios. La gráfica de abajo nos muestra que el último trimestre de 2010, en vez de darse un incremento en la violencia, se dio un decremento de 10.9%, indicación clara de que el combate oficial está dando resultado.
Nada indica que la llamada "guerra" esté siendo perdida por el bando que nos representa a todos, a nuestra sociedad, a nuestro país —el gobierno federal. Los avances han sido definitivos. Falta el final. Éste sólo puede llegar si se dio el principio.