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Vallas, policías fuertemente armados en la sede del poder legislativo, un amplio despliegue vehicular, elementos con perros, arcos detectores de metales y francotiradores en los techos del congreso y del teatro Peón Contreras, confirman que el régimen de la mal llamada "nueva mayoría", encabezado por Ivonne Ortega, se desliza en un tobogán de terror al contacto con el pueblo y con la prensa libre.
Camionetas de la policia con personal fuertemente armado prueban que la gobernadora tiene miedo
Con motivo de la entrega de la Medalla Héctor Victoria Aguilar, al empresario radiofónico Luis Alberto Rivas Aguilar, notoriamente vinculado al oficialismo, este reportero se presentó a la sede del poder legislativo, con intención de realizar, como es habitual, su tarea informativa.
Grande fue la sorpresa experimentada en unión del compañero José Repetto Menéndez, cuando al pretender acceder al congreso, quien hacía las veces de portero en la valla metálica interpuesta, al conocer que acudíamos en representación de Artículo 7, nos impidió el paso, diciendo: tú no... "¿Por qué razón?", le preguntamos, nuevamente el individuo respondió lo mismo: "Tú no..."
Individuos de rostros patibularios entrelazando los antebrazos hacían valla para que el pueblo no se acercara a la gobernadora
Pudimos identificar empleados de la Dirección de Transporte, del Instituto de Cultura, del C4 en las inmediaciones del recinto, para poder dar calor y baños de pueblo a la alicaida titular del ejecutivo.
Este reportero no recuerda ocasiones similares en que la sede de algún evento similar, fuera blindada de este modo al contacto popular. "¿De qué tiene miedo Ivonne?" preguntamos a Manuel Mena, ex director del Diario Oficial y perennemente vinculado a organismos de seguridad e inteligencia. "No lo se, pero ésa es tu nota", respondió.
La gobernadora, para variar, llegando tarde
Las inmediaciones del legislativo eran vigiladas por policias con perros. Constantemente daban rondines diversos vehículos policíacos, en la confluencia de la calle 60 con 57; casi a las puertas de conocido café, se ubicada otra camioneta policíaca tipo VAN
Cualquier cantidad de individuos de porte patibulario entrelazados de los antebrazos constituyeron una cadena humana que impedía el acceso a la sede legislativa. Como en botica, hubo de todo: desde el pelafustán que reprochó ser fotografiado, hasta otro con acento tabasqueño, que pedía comprensión para su labor. (Pero no entendió que el reportero también requería comprensión para su labor).
"Tú no pasas". Éste es el individuo que prohibió el acceso a la prensa libre
Para variar, la depositaria del ejecutivo llegó cerca de media hora tarde, rodeada de un enjambre de fotógrafos de la prensa vendida, saludando apenas a quienes tenía inmediatos y entrando apresuradamente. A las afueras del congreso se instalaron bocinas para que la gran cantidad de empleados públicos que abandonaron sus labores para ir a hacer bola al evento, pudieran escuchar algo que, sin duda, no les interesaba, toda vez que formaron corrillos para platicar a gusto, obviando su desinterés por la ceremonia.
Víctor Caballero fue el encargado de leer la semblanza histórica de Héctor Victoria Aguilar, trabajador ferrocarrilero y creador del 123 constitucional, haciendo un desmesurado panegírico de alguien que acuñó conceptos que sin duda resultan ininteligibles para su comprensión. Asimismo, elogió las aportaciones de Luis Alberto Rivas en el rubro de la radiodifusión, tildándolo de promotor de la cultura, los valores locales y cosas por el estilo.
Francotiradores en el techo del Peón Contreras. ¿A qué le tiene miedo la gobernadora?
El recipiendario del galardón al menos fue honesto: aceptó tener mediocres méritos para recibir la presea que, más que evidentemente, le fue otorgada por el gobierno del estado por su lealtad al sistema, siendo él la única propuesta recibida al respecto.
Concluido el protocolo, la gente fue abandonando la sala de sesiones. Pudimos ver personal del Instituto de Cultura a tutiplén. No solo directivos, como Fernando Cervera Pardenilla, José Avilés Marín o Renán Guillermo, sino trabajadores sin mando como Martín Maldonado o Elías Nechar, que por lo visto, en aras de hacer bola, llenando los asientos del salón de plenos del congreso, fueron acarreados y dejaron de cumplir sus funciones, al abandonar sus labores habituales.
Policías con perros. ¿A qué le tiene miedo la gobernadora?
La gobernadora salió flanqueada por Víctor Sánchez, secretario de gobierno y Luis Hevia, oficial mayor. Al aproximarse a este reportero, le preguntamos por qué se impedia el acceso a la prensa libre, por qué se negó la entrada a Artículo 7. Por supuesto, no obtuvimos respuesta.
Fue revelador percatarse que asistieron todos los diputados federales priistas: Efraín Aguilar, Liborio Vidal, Erick Rubio, Rolando Zapata y no lo hizo Jorge Carlos Ramírez Marín que, por lo visto, se ha involucrado en un pugilato con la gobernadora, dado su afán por constituirse en gobernador interino de nuestra entidad, sustituyendo a Ortega Pacheco, a la que en repetidas ocasiones ha evidenciado como un peligro para la continuidad electoral de su partido, ante diferentes instancias del PRI nacional —según hemos podido enterarnos a través de fuentes bien informadas del tricolor nacional que nos han solicitado el anonimato.
El verdadero factotum del poder en Yucatán: Rolando Zapata. Jorge Carlos Ramírez brilló por su ausencia
Concluido el evento, pudimos refrendar nuestras sospechas: Ivonne Ortega tiene miedo, mucho miedo de encontrarse de frente con el pueblo yucateco y que éste le reproche sus veleidades. También comprobamos que le tiene miedo, mucho miedo, al único medio que jamás ha callado ni ha cesado sus críticas ante la intimidación, los ataques y las amenazas: Artículo 7.