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Desesperado, lleno de miedo y angustia por la respuesta ciudadana a la defensa de sus más sentidas causas y de la articulación de diversos organismos ciudadanos con la sociedad civil que ya no se deja engañar, la pandilla en el poder se dedica a dilapidar los recursos que la ciudadanía le confió administrar, a base de mandar a imprimir diversos volantes para intentar rescatar la imagen pública de la gobernadora, que va francamente en picada, la de Mauricio Sahuí y los diputados traidores al pueblo y de Rolando Zapata, legislador federal que es el verdadero factor de poder en Yucatán y eje de todas las decisiones políticas que se toman en el estado.
Recientemente el PRI para tratar de levantar la alicaida popularidad de la gobernadora, emprendió un volanteo donde afirmaba que la titular del ejecutivo eliminó el pago de la tenencia vehicular y realizaba un comparativo entre los supuestos logros de la actual administración estatal, comparándola con el régimen del Presidente Calderón al que achacaba toda clase de pifias.
Extrañamente se pretende parangonar un gobierno estatal con el federal, en vez de hacerlo con el gobierno anterior de Patricio Patrón Laviada. La pérdida de perspectiva revela la desesperación por endilgar los males y errores propios de manera indebida al Presidente de la República.
Por su parte, Mauricio Sahuí, presidente de la junta de gobierno y coordinación política del congreso del estado, preocupado por la mala imagen adquirida a través de la ineficiencia de su actuación legislativa y de la traición al pueblo cometida mediante el alza de impuestos y contratación del crédito multimillonario de incierto destino aprobado por los legisladores priistas sumisos al ejecutivo, mandó a diestra y siniestra tarjetas de año nuevo donde agradecía el respaldo recibido y deseaba a la ciudadanía feliz 2011.
Finalmente, Rolando Zapata Bello, que intenta a toda costa posicionarse en el ánimo de la opinión pública, con evidentes intenciones de convertirse en el ungido para la candidatura a gobernador del estado para 2012, se dedica a enviar felicitaciones con motivo de su onomástico, a todos los ciudadanos, llegando incluso a enviar pasteles con ese motivo.
Es francamente lamentable que los recursos públicos se dilapiden de esta manera, tan irresponsable y lejana a las mejores causas de nuestra comunidad. Lo peor es que todos estos personajes le mienten a la ciudadanía sistemáticamente diciendo ser un gobierno sensible, que escucha, que da resultados y que ama esta tierra y sus habitantes. En financiar la vanidad y las ambiciones de los políticos que hoy nos gobiernan, ¡en eso se gasta nuestro dinero!