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Tras los penosos sucesos acaecidos en el paso deprimido de Montejo en el que un grupo de porros agredieron a ciudadanos indefensos, más de mil quinientos meridanos se dieron cita en el monumento a la patria para externar su rechazo a los hechos de violencia ocurridos y su repudio a la penosa actitud de unas autoridades que no han sabido corresponder al compromiso adquirido con la gente.
Concentración en el monumento a la patria de la ciudadanía indignada con la represión
Por momentos la actividad estuvo a punto de suspenderse de parte de algunos de los organizadores del movimiento de vecinos, que consideraron que no existían garantías suficientes para la marcha. Empero, la indignación ciudadana fue tal, que se convocó a una manifestación en el monumento a la patria.
En punto de las seis de la tarde, fueron confluyendo a esas alturas del paseo de Montejo muchísimas personas: jóvenes, jovencitas, personas de edad madura de ambos sexos, ciudadanos pertenecientes a diversas organizaciones civiles, militantes de diversos partidos, todos para manifestar su repudio a la violencia institucional, a la represión de estado.
José Patrón Juanes megáfono en mano indicaba que tras lo sucedido había que ser prudentes en extremo, que se trataba de grupos de golpeadores a sueldo contratados específicamente para golpear a la gente, para lograr violencia e intimidar. Hizo ver a los asistentes que estaban solos, que la policía coludida con el prigobierno, brillaba sospechosamente por su ausencia.
Ciudadanos de todas edades se congregaron en el monumento a la Patria para manifestar su repudio a la violencia institucionalizada
Guillermo Vela Román, hizo notar que había que ser muy disciplinados, que no podía caerse en provocaciones y que era necesario no responder a insultos ni a los amagos que los grupos de choque acantonados en las inmediaciones de la fuente de Montejo podían intentar. Es necesario hacer gala de prudencia en todo momento. Hay que demostrar que somos pacíficos, que no somos como ellos, solicitó. No faltó quien gritara que si buscaban pleito, eso tendrían. La multitud de inmediato reprobó la ocurrencia y acalló al valentón.
La marcha salió del monumento a la patria, rumbo a la fuente, la gente batía palmas y gritaba no a la violencia, hombres y mujeres con los brazos entrelazados marchó gritando consignas a favor de la paz y en contra de las autoridades que reprimían al pueblo.
No a la violencia gritaba la gente al marchar
Llegados a Montejo, la gente fue rodeando el circuito de vallas impuesto en torno de la fuente. Mas de centenar y medio de policías antimotines custodiaba la maquinaria, junto con personal de la empresa constructora. La gente coreaba consignas contra la violencia y aplaudía. La multitud entonó el himno nacional. Se desplegaron mantas contra la obra. La zona estaba a oscuras, evidentemente evitando que fuera notorio lo que sucedía.
Tras externar su rechazo a los acontecimientos y a la violencia gubernamental, la multitud se retiró tras externar que estaba en pie de lucha.