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LONDRES, Inglaterra, 8 de marzo.- Los disturbios del verano pasado en Gran Bretaña dieron como resultado la destrucción y robo de millones de libras en propiedad ajena, y el subsecuente arresto de más de 3 mil personas.
La gran mayoría de los responsables fueron jóvenes adolescentes, incluso algunos de 11 años, lo que causó enorme preocupación a la sociedad y a las autoridades del Reino Unido.
Es clave atender la agresividad infantil extrema.
El gobierno en Londres ordenó una investigación, que llevó a cabo el Encargado de Disciplina Charlie Taylor. El resultado del reporte indica que en Gran Bretaña no se hace nada por detener el mal comportamiento desde una edad temprana.
Las señales de agresión deben ser detenidas profesionalmente desde la guardería dice el estudio, es decir, desde que los pequeños tienen alrededor de 2 años.
Si los adultos se dan cuenta de que los pequeños tienen indicios de que podrían terminar dedicándose al crimen, de inmediato deberían ser enviados a una educación especial, insiste Taylor. De otra manera, agrega, los problemas podrían intensificarse hasta salirse de control.
Hasta ahora dice el reporte, los pequeños o jóvenes con serios problemas de mal comportamiento, son simplemente expulsados y olvidados.
Taylor pide en su estudio que las autoridades ayuden a crear una nueva generación de adultos especializados en pequeños con problemas de este tipo, y que existan escuelas y organizaciones donde puedan ejercer y que cuenten con los medios necesarios.
'Cualquier niño puede tener problemas de comportamiento por un tiempo. Lo que necesitamos es un sistema que responda de manera inmediata para ayudarles a volver al camino de la moralidad y la honestidad' dijo Taylor. La propuesta podría aplicarse a la educación de cualquier país.