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ALBUQUERQUE, Nuevo México, 6 de marzo.- Hasta los canes podrán elegir al próximo inquilino de la Casa Blanca y a los miembros del Congreso. Un simpatizante republicano de Nuevo México ha conseguido demostrar la fragilidad del proceso electoral estadounidense registrando a su perro como votante demócrata.
Mientras paseaba con su perro Buddy por el campus universitario de Albuquerque, la ciudad más poblada del estado, el protagonista de esta peculiar historia –que ha preferido mantener su anonimato para evitar posibles sanciones– observó cómo los votantes se registraban en una oficina móvil de registro electoral y decidió probar si su mejor amigo también podía participar activamente en las elecciones.
Buddy ha vencido al sistema. Este labrador de color negro ha recibido su tarjeta de votante dos semanas después de que su dueño la solicitase por teléfono aportando información falsa para demostrar lo fácil que es acabar con la transparencia del proceso electoral estadounidense.
Aunque Estados Unidos presume de tener una de las democracias más modernas del mundo, todavía no ha autorizado el voto canino. Consciente de ello, el dueño de Buddy decidió utilizar el servicio de registro telefónico para inscribir al labrador de color negro como votante de cara a las próximas elecciones de noviembre y así dejar en evidencia la poca fiabilidad del sistema electoral.
“Me inventé la fecha de nacimiento y un número de la seguridad social, y dos semanas después tenía la documentación electoral del perro en el buzón de mi casa”, ha reconocido el ingenioso artífice de la protesta ante las cámaras del canal KOB Eyewitness News 4 de Nuevo México.
“Fue muy fácil”, ha reconocido el dueño del primer perro de la historia con derecho a voto. “Nadie comprobó ninguno de los datos. Lo mínimo es que alguien hubiera verificado quién se había registrado como votante”, se queja.
El responsable de esta peculiar protesta electoral ha preferido no revelar su identidad ya que podría ser acusado de fraude electoral, un delito federal penado con una multa económica, servicios a la comunidad y hasta un año de arresto domiciliario.
Liz Hamm, portavoz de la oficina electoral del condado de Bernalillo, al que pertenece Albuquerque, ha confirmado que se han puesto en contacto con la oficina del sheriff para iniciar una investigación sobre el registro fraudulento de votantes. Y es que, como denuncia el anónimo protagonista de la historia, “este año tendremos inscritos a muchos votantes que no deberían estar en esa lista”.