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YAKARTA, Indonesia, 6 de marzo.- Hace más de cuatro décadas, Evie cuidó a “Barry” Obama, el chico que llegó a ser el hombre más poderoso del mundo. Ahora, la antigua niñera travesti dejó los vestidos florales y chalecos de brocado, y vive con temor en Indonesia.
Evie, quien nació como hombre pero se considera mujer, ha soportado una vida de burlas y golpizas debido a su identidad. La gota que colmó el vaso se produjo cuando encontró el cadáver de una amiga transgénero flotando en un canal de aguas negras hace dos décadas. Evie decidió guardar todas sus prendas femeninas y regaló el maquillaje.
Niñero Evie (der.) muestra una foto vestida de mujer, con una amiga.
“Sabía en mi corazón que yo era mujer, pero no quise morir como tal”, cuenta Evie, de 66 años. “Decidí aceptarlo y vivir como hombre”.
La actitud de Indonesia hacia los transgénero es compleja. Nadie sabe cuántos viven en esa nación de 240 millones, pero algunos activistas calculan que son unos 7 millones. Mas el desdén social es profundo y son invariablemente blanco de burlas y de ataques por parte de musulmanes de línea dura. La Comisión Nacional de Derechos Humanos recibe unos mil reportes de abusos por año contra transexuales y travestis, conductas que llegan al asesinato.
Evie en realidad se llama Turdi, un nombre masculino. Muchos residentes del viejo barrio de Menteng donde vivió Obama confirmaron que trabajó allí dos años.
La Casa Blanca no ha hablado del tema.
Turdi conoció en una fiesta, en 1969, a Ann Dunham, la madre de Obama, quien vivía en el país tras casarse con el indonesio Lolo Soetoro. Turdi se había convertido en un gran cocinero cuando dejó la escuela acosado por las burlas. Así conoció a altos funcionarios.
La madre de Obama quedó impresionada por sus guisos y le ofreció trabajo en su casa. Enseguida empezó a hacerse cargo de Barack, de ocho años, a quien llevaba y traía del colegio.
Barry Obama, como el ahora mandatario era llamado en su juventud, vivió y estudió en Indonesia desde los 6 a los 10 años con su mami, la antropóloga Ann Dunham, y su segundo marido, Lolo Soetoro.
Ahora, la antigua niñera transgénero de Obama vive en las calles de Indonesia como hombre y con temor, pero declaró mantener el orgullo por haber cuidado al actual Presidente de Estados Unidos.
El destino de Evie cambió con la partida de la familia de Obama de Yakarta, en 1971. Contó que al no encontrar empleo como camarera, se vio obligada a trabajar como prostituta y recordó que a menudo fue golpeada y basureada por los soldados del dictador Suharto, por lo que renunció a vestirse como mujer y botó todos sus vestidos y sostenes.
Evie ahora vive en una casucha en un barrio pobre de Yakarta, fregando ropa sucia para poder comer. Asegura que no sabía que el niño que cuidó se convirtió en presidente de Estados Unidos hasta que vio una foto de la familia en la prensa local. No podía creerlo. Su vida hoy está a años luz de la de Obama.