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Tim Herrmann, integrante de Catholic Family and Human Rights Institute informó que los jefes de las principales delegaciones de la Comisión sobre la Condición de la Mujer (CCM) son francos defensores del aborto, hasta aquellos de países provida como Brasil. La izquierda abortista no puede tolerar ningún disentimiento, entonces trabaja para erradicar las voces a favor de la vida.
Incluso antes de que la conferencia anual de la ONU sobre la mujer iniciara este lunes, la Unión Europea, Noruega, Uruguay y Suiza ya estaban trabajando para incluir el lenguaje del derecho al aborto en una resolución clave. Al menos dos países, Brasil y Estados Unidos, enviaron a la conferencia delegaciones encabezadas por defensores del aborto.
Aunque suele prestarse la mayor atención a las agrupaciones feministas que asisten a la sesión de la Comisión sobre la Condición de la Mujer (CCM), el trabajo real se efectúa a puertas cerradas aun antes de que esta inicie. Semanas atrás, algunos países se congregaron en reuniones informales cerradas para preparar las resoluciones que actualmente sus delegaciones analizan.
La resolución que se debate abarca la salud materna y es patrocinada por los Estados Unidos. En teoría, el objetivo de esta es concienciar sobre los altos índices de mortalidad materna que experimentan las mujeres de los países en desarrollo y estimular las iniciativas para reducir estos índices.
En la práctica, no obstante, algunos países que toman parte en negociaciones cerradas sobre la resolución han estado trabajando para incluir un derecho internacional al aborto. La polémica terminología es salud y derechos reproductivos, que, en la jerga la ONU, puede significar un derecho internacional al aborto.
Fuentes bien apostadas informan a Friday Fax que el lenguaje continúa siendo polémico entre los países por dos razones principales. En primer lugar, resta atención a las principales causas de muerte materna, que son prevenibles con más financiamiento y apoyo gubernamental. En segundo lugar, politiza la muerte materna, convirtiéndola en una cuestión de aborto, cuando en realidad se trata de una problemática de la salud.
Además de patrocinar la resolución, la delegación estadounidense está dirigida por personas que defienden el aborto. La más destacada es Melanne Verveer, cofundadora de Vital Voices (agrupación estrechamente asociada con Hillary Clinton) y actual Embajadora en Misión Especial para Asuntos Mundiales de la Mujer. Consta que, junto con la secretaria de Estado Hillary Clinton, Verveer afirmó que ella considera que el aborto debe ser seguro, legal y poco frecuente.
Estados Unidos no es la única delegación dirigida por defensores del aborto. La Ministra de la Mujer recientemente designada en Brasil, Eleonora Menicucci, encabeza la comisión de ese país. Brasil conserva estrictas leyes de aborto, pero tanto Menicucci como su presidente, Dilma Rousseff, anunciaron públicamente su respaldo al aborto.
Cuando Menicucci fue nombrada Ministro el pasado mes de febrero y luego, proclamada jefe de la delegación para la CCM, líderes religiosos de Brasil protestaron. El gobierno se vio obligado a pedir disculpas y a reafirmar que no intentaría modificar las leyes de aborto del país. No obstante, al enviar a Menicucci como jefe de la delegación brasileña, el mensaje es claro: el aborto es una de las principales prioridades.
Durante la sesión de la CCM, se presta mucha atención a los diversos eventos paralelos organizados por agrupaciones de defensa en diversas cuestiones, a menudo provocativas. Esto saca del centro de atención a las negociaciones que tienen lugar durante la conferencia y que muchos de los asistentes jamás presencian. Sin embargo, es allí donde los defensores del derecho al aborto pueden ejercer la mayor influencia sobre países involucrados en las negociaciones de la CCM.