BERLÍN, Alemania, 3 de marzo.- En Colonia, en la galería Baukunst, se robaron el miércoles una escultura de Eduardo Chillida, 'Gnomon II'.

De 15 kilos de peso, 25 centímetros de alto y 26 de ancho, la pieza pertenece a un coleccionista privado que la había cedido para esta exposición, organizada junto a Chillida-Leku. La galería Baukunst, que combina la divulgación con la venta de obras, ha denunciado el caso, que ya está siendo investigando la Interpol. Además, la gerente de la misma, Jutta Müller, ofrece 5.000 euros por cualquier información que lleve al paradero de la obra robada. La familia Chillida envió ayer un comunicado en el que se informaba de la desaparición de la escultura de acero, fechada en 1985, y pedía colaboración para recuperar esta pequeña pieza muy característica en el aspecto formal del trabajo en metal del artista.

Alemania ha acogido la obra de Eduardo Chillida con entusiasmo desde hace décadas.

La obra fue vista por última vez por una empleada de la galería a las 15.15 horas del miércoles y el aviso del robo se dio a las 18.25. Entre esas horas hubo ocho visitantes entre los que tiene que estar el ladrón o los ladrones de la pieza, que cuenta con su correspondiente seguro. Lo que la Policía de Colonia se pregunta ahora es si alguna de esas ocho personas vio algo raro, ya que su testimonio podría ser de mucho valor para resolver el caso. La gerente está intentando dar toda la publicidad posible al caso para que así su venta sea más difícil, y ha señalado a España como «mercado potencial para la escultura». Si se atiende a las ventas históricas de la obra de Chillida, desde luego Alemania también lo sería, pues en ese país hay grandes coleccionistas con piezas del artista vasco.

Como muestra del atractivo del escultor en el país germano, cabe mencionar que esta es la cuarta exposición que la galería Baukunst organiza con su obra, y la tercera para Boisserée, ambas en la misma ciudad.

Acabó en una chatarrería

El último precedente de un robo de una pieza de Eduardo Chillida se registró en noviembre de 2010 en Getafe, cuando tres ladrones encapuchados se llevaron un camión cargado de obras de arte valoradas en cinco millones de euros. En el vehículo había 35 obras pertenecientes a seis galerías de arte, entre las que se encontraban piezas de Eduardo Chillida, Picasso, Fernando Botero, Julio González y Antonio Saura, entre otras. La mayoría de las obras procedían de una exposición en la galería Stefan Röpke, también en Colonia.

Todo indicaba que el robo había sido realizado por una banda de ladrones especializados en arte. Además, habían actuado con una gran rapidez y ni siquiera se molestaron en desconectar las alarmas de la nave. Pero días después la Policía localizó la pieza de Chillida, que los delincuentes habían vendido a una chatarrería por 30 euros, un hallazgo que les llevó a una furgoneta donde estaban otras 33 obras. Probablemente se toparon con una mercancía que no esperaban y a la que no sabían cómo dar salida.