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En medio de la polémica sobre el aborto, una segunda compañía estadounidense informa que ha desarrollado una prueba sanguínea prenatal para detectar el síndrome de Down, proveyendo potencialmente otra opción para las mujeres embarazadas que desean saber si su hijo por nacer sufre de la afección.
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El otoño pasado, Sequenom Inc. anunció que estaba fabricando una prueba sanguínea prenatal para el síndrome de Down, disponible en veinte ciudades de Estados Unidos. Esta fue la primera vez que las mujeres embarazadas podían someterse a una prueba para el síndrome de Down sin tener que hacerse una amniocentesis o una muestra del villus coriónico, procedimientos que son invasivos y plantean un ligero riesgo de pérdida del embarazo.
Ahora, dos estudios que aparecen en la edición en línea del 21 de febrero y en la edición impresa de abril de la revista American Journal of Obstetrics and Gynecology sugieren que otra prueba sanguínea, desarrollada por Aria Diagnostics, puede detectar el síndrome de Down y un trastorno genético conocido como síndrome de Edwards, que puede provocar defectos congénitos graves y que con frecuencia resulta letal. En ambos estudios, la prueba se llevó a cabo antes de las 20 semanas de embarazo.
Uno de los estudios, realizado por investigadores de Aria Diagnostics, detectó correctamente 44 casos de los dos trastornos en 167 muestras prenatales de sangre. El otro estudio, de investigadores de la Universidad de Londres y del Colegio Universitario de Londres, detectó correctamente todos los casos de síndrome de Down y el 98 por ciento de los casos de síndrome de Edwards.
La prueba "resultaría útil como prueba secundaria contingente de los resultados de un método de evaluación primario más universalmente aplicable", aseguró en un comunicado de prensa de la revista el autor principal del estudio, el Dr. Kypros H. Nicolaides, de la Universidad de Londres. "Hasta dónde pueda aplicarse como herramienta universal de evaluación depende de si el costo se hace comparable al de los métodos actuales de pruebas sonográficas y bioquímicas".
El Dr. Brian Skotko, médico del Programa del Síndrome de Down del Hospital Pediátrico de Boston, dijo que la precisión de la prueba es "bastante buena", aunque los estudios no evaluaron tantas muestras como Sequenom para su prueba.
Varias compañías más desarrollan pruebas prenatales para el síndrome de Down, señaló Skotko, quien predijo que la competencia en el mercado de las pruebas sanguíneas prenatales conducirá a menores precios. Sequenom dijo que su prueba no costará a las madres más de 235 dólares.
Skotko apuntó que el crecimiento de estos tipos de pruebas plantea preguntas importantes. ¿Se convertirán estas pruebas en rutina? Si es así, "¿comenzarán a desaparecer poco a poco los bebés con síndrome de Down?".
Algunas madres embarazadas eligen abortar si sus fetos son diagnosticados con síndrome de Down. Las estadísticas sugieren que en las últimas décadas sus cifras han aumentado, apuntó Skotko.