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Nueva falta de la SSP ocasiona quejas por obstruir el tránsito durante el desfile
A pesar del caos vehícular ocasionado por la realización del desfile del aniversario de la revolución en diversas calles, especialmente del Centro Histórico, elementos de la Secretaría de la Seguridad Pública (SSP) demonstraron una vez más que la ley, o en este caso, el reglamento de tránsito, sólo es aplicable para unos cuantos, al estacionarse en franja amarilla y obstruir la ya complicada circulación.
Estacionado en la esquina de la 62 con 53 el vehículo 1657 de la SSP bloqueó uno de los carriles, ocasionando que los conductores que por lo general manejan en ese carril tuvieran que pedir permiso a los automovilistas del otro para que les cedieran el paso.
Esta situación, que ocasionó un claro enojo a los conductores, no libró al agente encargado del vehículo estatal de recibir insultos y mentadas por parte de algunos conductores afectados que señalaban la incongruencia de la actuación policial al bloquear la calle en un día complicado como el del desfile y, sobre todo, por estacionarse en raya amarilla. Esta molestia también quedó de manifiesto en las oficinas de A7 en la que algunos conductores se quejaron de la situación.
Insensible a los problemas que ocasionaba su vehículo, el conductor del camión de la SSP permanecía en la esquina platicando con su homólogo, un policía municipal que observaba la situación sin proceder a lo correcto: multar por estacionarse en un lugar prohibido.
Ante esta situación, A7 decidió preguntar al policía estatal sobre la violación al reglamento de tránsito al estacionarse en raya amarilla, especialmente, cuando unas semanas antes el titular de la SSP, Luis Saidén Ojeda había realizado rondines por el norte de la ciudad en los que personalmente infraccionó a empleados de la delegación de la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) por estacionarse en áreas prohibidas.
Al respecto, Artículo 7 públicó en su edición 129 de esta semana un amplio reportaje gráfico sobre las faltas al reglamento de tránsito en los que incurren diariamente al estacionarse en lugares prohibidos: rayas amarillas y cocheras.
El policía estatal observa dentro del vehículo la entrevista a su homólogo municipal.
Cuestionado sobre la violación al reglamento de tránsito, el policía estatal, algo nervioso, dijo que en seguida movería el camión de ahí y que si se había estacionado en ese lugar era porque su mando se lo había ordenado.
Tan pronto como terminó de hablar se encaminó a su unidad para moverla, aunque permaneció unos instantes en el vehículo antes de ponerlo en marcha.
Mientras tanto, el policía municipal explicó que el vehículo de la SSP estaba a la espera de los elementos que participaban en ese momento en el desfile y que le habían ordenado dejarlo estacionarse.
Al preguntársele si era correcto incurrir en esa violación al reglamento de tránsito, dijo que sólo recibía ordenes.
Ante la vigilancia de A7, el vehículo de la SSP no tuvo más opción que irse.
Con esta situación queda claro una vez más que en Yucatán hay dos pesas o dos medidas en la aplicación de justicia que, por cierto, los elementos de la SSP son los primeros en violar o manipular a su antojo. L.I.