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Aunque viola diversos artículos del Reglamento de Construcciones del Municipio de Mérida, del Código de Procedimientos Civiles del Estado e incluso las nueve clausuras impuestas por diversas autoridades, entre ellas, del Juzgado Primero de Distrito del Décimo Cuatro Distrito, el hotel del polaco, nacionalizado mexicano, Roman Stanislaw Kociankowski Sopora, continúa construyéndose en la calle 62 con 37 y 39 del Centro bajo la protección del Ayuntamiento de Mérida.
Sin embargo, esta construcción, que afecta a uno de los vecinos del predio por no respetar la colindancia podría ser demolida y los responsables de la autorización: la alcaldesa Angélica Araujo Lara y la directora de Desarrollo Urbano, Yolanda Ferńandez Martínez, podrían ser encarceladas si no cumplen con la sentencia de la demolición del predio.
Pero los problemas legales para ambas funcionarias municipales no terminarían ahi, pues de resultar la sentencia del Juzgado Primero de Distrito del Décimo Cuatro Distrito adversa a la Comuna y al propietario del hotel en construcción, éste podría demandarlas por permitirle la realización de acciones ilegales y, con ello, recuperar lo invertido hasta el momento en la edificación del hotel.
De acuerdo con la investigación realizada por Artículo 7, el hotel de seis plantas comenzó a construirse en agosto de 2009 sin los correspondientes permisos municipales y del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), por lo que el Ayuntamiento de Mérida, a cargo en ese entonces del Ing. César Bojórquez Zapata, lo clausuró en innumerables ocasiones, sin que el propietario detuviera la obra.
El hotel de Roman Stalislaw Kociankowski que se construye pese a los sellos de clausura impuestos por varias autoridades.
Ante esa situación, el entonces alcalde solicitó al gobierno del Estado, a cargo de Ivonne Ortega Pacheco, la fuerza pública a fin de detener la construcción, pero esta nunca le fue otorgada, por lo que la obra continuó.
Según una carta enviada el 7 de enero de 2009 por el ex director de Desarrollo Urbano Francisco Zetina Espinosa a Roman Stanislaw Kociankowski Sopora, el Ayuntamiento de Mérida le informa que es viable su solicitud de uso de suelo para un hotel en esta zona del patrimonio histórico. Pero la carta viola el Reglamento de Construcciones del Municipio de Mérida en los siguientes puntos:
en el número requerido de cajones en el estacionamiento, en no contar con 12.5% de la superficie en áreas verdes, en falta de señalización de salidas de emergencia y rutas de evacuación, y en no respetar la distancia mínima entre las colindancias —en un edificio de este tipo, de 20 metros de alto, debe ser de 10 metros— entre otras, siendo el caso que, en realidad, solo cuenta unos pocos centímetros de distancia con el predio afectado.
Carta del ex director de Desarrollo Urbano, Francisco Zetina Espinosa en la que le informa que aunque es viable la solicitud de uso de suelo para hotel, el proyecto incumple varios artículos del Reglamento de Construcciones del Municipio.
En el caso del INAH, se le solicita una modificación de la fachada ya construida; esta observación es la única que cumple el propietario del hotel.
A pesar de tener como antecedente la negación de la licencia de uso del suelo por las violaciones al Reglamento de Construcciones del Municipio de Mérida, la Dirección de Desarrollo Urbano, a cargo ahora de la Dra. en Arquitectura, Yolanda Fernández Martínez, decide entregarle el 30 de septiembre de 2010 la licencia de uso de suelo para construcción a este hotel todavía en edificación.
La actuación de la funcionaria municipal se contradice, ya que al mismo tiempo que otorga la licencia señala que el proyecto incurre en diversas violaciones al Reglamento de Construcción, como los artículos 149 y 150 relacionados con rampas y el libre acceso para personas con discapacidad; el 206 con servicios sanitarios; el 263 relacionados con rampas y estacionamientos; y el 438 que habla sobre la prohibición de construir puertas, ventanas y salidas hacia el lado del predio vecino; el 117 que habla precisamente de respetar la colindancia, entre otros.
Licencia de uso de suelo otorgada por la directora de Desarrollo Urbano, Yolanda Fernández Martínez a pesar de la serie de violaciones al Reglamento de Construcciones en el que incurre el propietario del chofer. La licencia fue aprobada el 30 de septiembre de 2010
Cabe mencionar que, hasta el momento, la obra no contaría con la licencia de construcción; a pesar de ello, el propietario ya aumentó el ritmo de edificación por la tarde, noche y los fines de semana ante la complacencia de las autoridades municipales.
Se averiguó que el otorgamiento de la licencia de uso de suelo a pesar de todas las violaciones, avaladas por el Ayuntamiento de Mérida, ocasionó demandas al propietario del hotel en contrucción, ya que el dueño de la construcción vecina, el Lic. Fernando Vales Tenreiro, titular de la Notaría ubicada a un costado, demandó a Roman Stanislaw Kociankowski por varias vías legales.
La primera en el Ministerio Público por daños a propiedad ajena al verse afectado el predio de la notaría con humedad, filtraciones de agua, daño a su mobiliario, al techo, vehículo y tinaco, entre otras cosas, debido a que el dueño del hotel no respeto el límite de colindancia que según la ley es de 10 metros. Sin embargo, por algún motivo extraño no prosperó.
Posteriormente, la parte afectada promovió un juicio civil para tratar de impedir la ejecución o construcción de la obra, pero no prosperó debido a que sorpresivamente el dueño del hotel presentó la licencia de uso de suelo.
Ante esta situación, se promovió un juicio de amparo ante el juez Primero del Décimo Cuarto Circuito, quien al ordenar una suspensión provisional y posteriormente definitiva, clausuró la obra por considerar que de continuar edificándose le causaría daños de difícil reparación al promovente del amparo.
De nueva cuenta Roman Stanislaw Kociankowski, ignoró la clausura y continuó la edificación, lo que constató Artículo 7 durante sus averiguaciones.
El procedimiento —por concluir— obligaría, si falla a favor de los demandantes, a que el Ayuntamiento de Mérida restaure el daño, es decir, que proceda a la demolición del edificio, por supuesto, a costo del erario municipal.
Si el Ayuntamiento incumpliera la sentencia, tanto la alcaldesa Angélica Araujo como su directora de Desarrollo Urbano, serían encarceladas, ya que se trata del cumplimiento de una sentencia de amparo, materia de justicia federal que es sumamente severa con las autoridades desafiantes.
Cabe mencionar que en México ya existe un precedente de esta situación con el incumplimiento de una sentencia de amparo que llevo al desafuero y al encarcelamiento del entonces Jefe de Gobierno del Distrito Federal y ex candidato a la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador.
Indebidamente y violando el Reglamento de Construcciones del Municipio de Mérida, el propietario del hotel construyo ventanas que dan hacia la Notaría 9 del Lic. Vales Tenreiro.
Roman Stanislaw Kociankowski, empresario que ignora nueve clausuras y continúa con la construcción de su hotel, es propietario del Corporativo Ultra; además tiene una empresa de blindaje de vehículos y hoteles en Acapulco y Monterrey.
Ante este panorama, muchos se preguntan cuánto dinero habrá de por medio para que el Ayuntamiento de Mérida lo apoye, a pesar de violar un reglamento municipal y hasta una instancia federal. L.I.