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Ivonne Ortega ya no tendrá motivo de preocupación cuando mande regalos comestibles al Congreso de la Unión.
Gracias al lantibiótico, la cochigóber podrá comer rosca todo el año.
Imagine Usted que ese frijol con puerco que olvidó comer o esa cerveza que quedó medio llena le duraran un mes en perfecto estado, o incluso un año.
Investigadores de la Universidad de Minnesota descubrieron un conservador natural que podría añadirse a los alimentos para matar bacterias dañinas como salmonela, E. coli y listeria.
El compuesto es un lantibiótico, es decir, una clase de antibiótico péptido producido por una bacteria inofensiva.
El lantibiótico preservará la rosca de reyes durante meses sin necesidad de refrigerarla, buena noticia para el presidente de la Cámara de Diputados.
Se trata del primer conservante natural descubierto hasta el momento que mata las bacterias gram-negativas (como la salmonela y la E. coli) que por lo general son las que echan a perder los alimentos. Los investigadores ya obtuvieron la patente para poder comercializarlo.
"Está dirigido a proteger los alimentos de una amplia gama de microbios que causan enfermedades", explica su descubridor, Dan Sullivan, profesor de Ciencias de la Alimentación y Nutrición de la universidad, quien señala que protege contra más microbios que otros conservantes naturales.
Si le añade lantibiótico a su hamburguesa, no importa que la deje asentada y la coma semanas después; no habrá riesgo para su salud.
El lantibiótico podría ser utilizado para impedir la presencia de bacterias nocivas en carnes, quesos procesados, huevos y productos lácteos, alimentos enlatados, mariscos, aderezos para ensaladas, bebidas fermentadas y muchos otros alimentos.
Sin embargo Lindsey Bagley, del Instituto de Ciencia y Tecnología Alimentaria de Londres, le dijo a BBC Mundo que el compuesto tendrá que ser sometido a profundos análisis y recordó que con cada elemento nuevo generalmente se propone una amplia variedad de usos pero luego en la realidad el campo de aplicación suele achicarse de manera significativa.
Además de alargar la vida de los alimentos perecederos, señalan expertos de la Universidad de Minessota, los lantibióticos son fáciles de digerir, no tóxicos, no provocan alergias y es difícil que las bacterias peligrosas se vuelvan resistentes a ellos, explica el profesor O'Sullivan.
O'Sullivan descubrió el lantibiótico por casualidad, mientras investigaba el genoma de las bacterias. Luego trabajó junto con Ju-Hoon Lee, una estudiante de posgrado, para continuar con la investigación.
Inclusive, de venir el lantibiótico en un envase tipo salero, un plato de poc-chuc con sus acompañantes se conservará por mucho tiempo sin meterlo a la nevera.
Según informa la universidad, está buscando obtener licencia para desarrollar la tecnología.
La salmonela y la E. coli son responsables de más de la mitad de todas las retiradas de alimentos en Estados Unidos. Según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades, la salmonela provoca aproximadamente el 28% de las más de 3.000 muertes relacionadas con enfermedades transmitidas por alimentos cada año.