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Con motivo del aniversario luctuoso de Víctor Cervera Pacheco, la prensa domesticada y las plumas a sueldo se han desecho en loas y alabanzas, pintándolo como un visionario, un estadista y como un lider social cercano a las aspiraciones populares. La realidad es muy distinta: Víctor Cervera Pacheco era un hombre que conquistó el poder a base de tácticas porriles y que concertó con las fuerzas más oscuras que existían en su tiempo, con tal de concretar sus objetivos de poder. Esta es la verdadera cara de Víctor Cervera Pacheco.
Se dice que no era como lo pintaban: que hablaba con las flores, que era hombre de fe, que desplegaba jornadas de trabajo sobrehumanas, que era capaz de beber prodigiosamente y al poco rato, estar tan fresco, como si nada, que era un hombre de genio con una visión particular de la política, que pese a sus pocos estudios fue capaz de saber asesorarse y alcanzar por ello, grandes alturas, que su temperamento era sumamente irascible y en un acceso de furia era capaz de la peor de las atrocidades pero que fuera de su habitat era un dulce de persona, que tenía fama de pandillero pero que no era bueno para los golpes, Víctor Cervera Pacheco es sin duda alguna, una leyenda del acontecer político de Yucatán.
Víctor Cervera Pacheco
Los inicios en la FEY.- Se inició desde muy joven en su manifiesta vocación, la política. Fue presidente de la Federación Estudiantil Yucateca (FEY). Se caracterizó por su temperamento contestatario y rebelde, lo que le suscitó dificultades frente a los gobiernos de su estado, pero le permitió consolidar un liderazgo notable y una popularidad singular.
Muchas leyendas se han tejido en torno a su persona. Todos coinciden de señalar su carácter autoritario, duro, antidemocrático. Su llegada al poder y la forma en la que consiguió mantenerse, estuvo rodeada de actos de rebeldía y violencia, desde sus primeras incursiones políticas al frente de la Federación Estudiantil Yucateca y los célebres enfrentamientos con el ex gobernador Luis Torres Mesías.
Las leyendas que se encargó de crear.- Se decía que Cervera era un auténtico pandillero y mucho se habló de su temperamento violento y de la fuerza de sus puños. La realidad es que nunca fue bueno para los golpes y lo único que fue cierto es que tenía mucha potencia en los puños, cosa de la que alardeaba en su época juvenil como portero, en la que golpeando al balón de puños era capaz de mandarlo a la media cancha.
Uno de los misterios que rodeó la vida de Cervera Pacheco, es su origen y nacimiento. Oficialmente, se indica que nació un 23 de abril de 1936 en la ciudad de Mérida, aunque viejos priístas sostienen que en realidad vio la luz en Dzemul, a 60 kilómetros de la capital yucateca, en noviembre de 1935.
Los gobiernos de Cervera siempre tuvieron un corte entre autoritarios y populistas
Acta falsificada.- Se dice que el Balo (como lo nombraban de cariño) tuvo que hacerse de un acta de nacimiento fechada en el 36, a fin de asumir su primer cargo como diputado local, siendo el más joven en ocupar esa posición a finales de la década de los sesenta. Él mismo confesaba que su cumpleaños oficial era en abril, pero el verdadero, el privado era en noviembre. Cosas de la política, donde a su jucio, todo valía.
Lider estudiantil y campesino.- Desde sus inicios políticos, consiguió cimentar sus bases entre la comunidad estudiantil y campesina, pero lo que le permitió consolidar su liderazgo fue el arresto del que fue objeto en marzo de 1967, por instrucciones del entonces mandatario local, Torres Mesías. Tras su detención, bajo el cargo de disolución social, un nutrido grupo de campesinos se presentó ante palacio de gobierno y sus demandas fueron seguidas de pedradas que impactaron en el edificio; la escalada de violencia fue tal, que el entonces titular del ejecutivo no tuvo más remedio que liberar al Balo. Desde entonces, quedó clara la fuerza que representaba. La realidad es que influyó de manera determinante para su liberación, Carlos Loret de Mola Mediz, quien intercedió ante Torres Mesías, confiando en la calidad humana de Cervera. Empero, este lo traicionó y se dedicó a desestabilizar a su antiguo bienhechor...
Cervera intentó generar mitos respecto de su persona que fueron siempre falsos
El Negro Sansores, su mentor político.- Su relación con Carlos Sansores Pérez, cacique campechano y su mecenas político, a quien reconocía como su maestro en política, le permitió solidificar su carrera, logrando recuperar de la alcaldía de Mérida luego de que la hubiera conseguido el Partido Acción Nacional (PAN) con el también legendario Víctor Manuel Correa Rachó.
Sobre ese pasaje, el investigador Efraín Poot Capetillo plantea que en las elecciones de 1970 integrantes de la Federación Estudiantil Yucateca, todavía bajo control de Cervera Pacheco, hostigaron a los votantes, robaron casillas y cometieron toda clase de tropelías para garantizar el triunfo en las urnas.
Juergas interminables.- Se dice que en aquellas épocas Cervera era el rey de la desaparecida zona de tolerancia, donde corría tempestuosas juergas y era acompañado por un grupo de golpeadores entre los que destacaba el ex boxeador Jorge Omar (a) el pelón Fajardo Pérez. Gente allegada a Cervera en su primera época fueron el cardiólogo Carlos Wabi Dogre, Nerio Torres Ortiz, Wilberth Chi Góngora y Gabriel (a) Naxón Zapata Cabañas. Se decía que Cervera era capaz de beber prodigiosas cantidades de alcohol y que a pesar de esto, con solo unas cuantas horas de reposo, se le notaba como si nada hubiera pasado. Algunas gentes deslizaron el rumor de que era adicto a ciertos enervantes, pues solo asi era posible que esto sucediera.
Se dice que el orgullo lastimado por ser vencido por un rival sin trayectoria política, lo mató.
Cualquiera menos Cervera.- Cervera Pacheco se enemistó con el entonces gobernador, Carlos Loret de Mola, según afirmaba este último por cuestiones de límites territoriales y merced a la rivalidad existente con su homólogo campechano Sansores Pérez. Ese enfrentamiento, con pasajes de violencia popular, concluyó en 1976, cuando Francisco Luna Kan consiguió la candidatura a gobernador y obligó a que el Balo se refugiara en la Liga de Comunidades Agrarias, desde donde obtuvo el apoyo para hacerse de una senaduría.
A lo largo del período de 1976-1982, Luna Kan impidió la injerencia directa de Cervera en la vida política del estado y al momento de su sucesión, ejerció el poder de veto que tenía para cerrarle el paso a la gubernatura, (se hizo célebre la frase: cualquiera menos Cervera) pero le resultó imposible colocar a su delfín, Federico Granja Ricalde, de tal manera que desde el centro del país se decidió mandar como gobernador al general Gracialiano Alpuche Pinzón.
El primer interinato.- La debilidad de Alpuche Pinzón, aunada a los momentos de cambio que se vivieron a principios de los 80 y sobre todo, su desconocimiento de la realidad del estado, propiciada por su desarraigo de muchos años atrás y la presencia de un equipo depredador y corrupto de colaboradores originarios del centro del país, facilitaron que se socavara su gobierno. Una de las maniobras más interesantes, registradas por los medios de la época y atribuida a Cervera Pacheco, fue la distribución masiva de volantes en los que se invitaba a la gente a congregarse frente a palacio de gobierno para recibir juguetes, con motivo de la celebración del 30 de abril. Llegaron tres mil mujeres, que reclamaron al mandatario el apoyo prometido, pero éste no tuvo más remedio que negarlo, pues desconocía de lo que se hablaba. Eso provocó gran malestar.
Finalmente, el 16 de febrero de 1984, Alpuche Pinzón pidió licencia para separarse del cargo por seis meses. En ese momento, Cervera Pacheco se desempeñaba como diputado federal y fue designado para ocupar la gubernatura. Fue así que el 16 de febrero de 1985 se nombró como gobernador interino al Balo.
Ivonne Ortega, herencia política de Cervera
Barrendero, bombero y policía.- Cervera Pacheco se encargó personalmente de alimentar muchas leyendas respecto de si mismo: se dice que en una ocasión que se percató que había basura en las calles, él mismo tomó una escoba y se puso a barrer. En otra oportunidad detuvo pistola en mano a un ladrón. El gobernador la hacía de bombero o policía según se requiriese. Comenzó su obsesión por la seguridad, se dice que desde entonces adquirió (como fue norma durante toda su vida) sofisticados equipos de escucha, así como que fue él quien creo una muy bien organizada red de soplones y orejas (espías) ubicados en la plaza grande y en diversos cafés de la ciudad donde se hablaba del acontecer político y que a instancias suyas, la policía estatal creó un grupo encargado de dar marcación personal a los opositores.
Haz obras y mejoras.- La gente decía que Cervera trabajaba jornadas de 18 o más horas al día y que su resistencia era granítica. El descubrimiento de una alcoba con todas las comodidades en palacio de gobierno y la existencia de una laberíntica red de salidas del edificio, confirman que Cervera lo único que pretendía era ir generando un mito respecto de sí. En este periodo Cervera desplegó una intensa actividad de obra pública como reparación de baches, realización de calles y edificación de parques y jardines públicos, misma que se reflejó en una de sus máximas preferidas como gobernante: Haz obras y mejoras. También en esta época impulsó el proyecto del puerto de altura, concebido por un campechano originalmente no para Progreso, sino para Sisal, cuyas aguas tenían un mejor calado, pero se impusieron en definitiva los intereses de amigos suyos a los que buscó beneficiar.
Preparando el retorno.- Durante su encargo, consiguió que el congreso del estado, sumiso a sus disposiciones y completamente a su favor, modificara la constitución estatal para dejar un margen suficiente que le permitiera retornar posteriormente a la gubernatura. Tras concluir su período en 1988, fue llamado por el entonces presidente, Carlos Salinas de Gortari, para que se hiciera cargo de la Secretaría de la Reforma Agraria, desde donde pudo operar las modificaciones del Artículo 27 constitucional, a la vez que afianzó su liderazgo campesino.
Gracias a diferentes modificaciones que se hicieron a la constitución del estado durante el interinato de Dulce María Sauri Riancho, con el argumento de ajustar los cambios de poder en la entidad, además de la creación del llamado miniperíodo, se abrió la oportunidad que permitió a Cervera Pacheco postularse como candidato de unidad por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), comiéndole el mandado a políticos que descollaban entonces, como Carlos Sobrino Sierra y José Toraya Baqueiro y ganar el proceso de 1995, con lo que se hizo gobernador por segunda ocasión.
El regobernador.- Ninguno osó desafiar la voluntad de Cervera Pacheco. Como regobernador Cervera se caracterizó por el reparto clientelar de toda clase de cosas: desde pisos de cemento, hasta pollitos, alambre de púas, coas, rollos de alambre, lavadoras y bicicletas chinas. Empero, no fue capaz de generar algún proyecto que detonara en verdad el desarrollo económico del estado. Dicen quienes vivieron cerca de él que era sumamente exigente y hosco en el trabajo, que no felicitaba a nadie por hacer bien las cosas, pues consideraba que para eso le pagaba a quienes tenía en puestos de nivel.
Con los dientes.- Aseguran que en cierta ocasión al pasar por una población donde había ofrecido un parque con juegos infantiles, recibió reclamos por no haberse realizado la obra, lo que propició que bajara del autobús en que se verificaba la gira, al entonces secretario de obras públicas, Víctor Manuel Guillermo y Alavez, a quien desde el vehículo en movimiento gritó: ahora pones esos juegos con los dientes. Si bien sus panegiristas dicen que el dinero no era su objetivo, fuentes bien informadas aseguran que hizo grandes negocios otorgando concursos para la construcción de fraccionamientos como Francisco de Montejo a allegados suyos, así como con cordelerías y gasolineras que entregó a empresarios allegados a su régimen, a quienes utilizó como prestanombres y que a su fallecimiento propiciaron tremendos líos legales con sus descendientes.
El desacato.- Antes de dejar el poder, intentó formar un consejo electoral a modo, lo que provocó serios enfrentamientos con la federación, debido a que promovió entre los legisladores locales, todos afines a él, que desacataran un mandato del Tribunal Electoral de la Federación.
El llamado desacato, derivó en el más fuerte enfrentamiento que tuvo con el nivel federal de gobierno, para lo que reavivó el sentimiento separatista de los yucatecos y mandó cantar el himno de Yucatán en todas las escuelas, además de que promovió una campaña para hacer un icono de la bandera yucateca. Finalmente, Cervera rehuyó pasar a vías de confrontación más serias y tuvo que doblegarse.
Derrotado por el PAN.- En 2001 sufrió su primera gran derrota ante el PAN y tuvo que entregar el poder a Patricio Patrón Laviada, para luego retirarse por tres años de la vida pública, hasta que volvió a la palestra para competir por la alcaldía de Mérida en 2004 contra el panista Manuel Fuentes Alcocer, elección que perdió. Tres meses después de los comicios, el 18 de agosto de ese año, falleció a consecuencia de un paro cardiaco, aunque dicen muchos de sus viejos partidarios que fue el orgullo de morder el polvo ante un adversario sin carrera política lo que lo mató.