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Transcribimos comentarios de una mujer, habitante del municipio de Acanceh, que pese a haber participado promoviendo el plebiscito y haber sufragado a favor del mismo, ante las amenazas vertidas por el presidente municipal, respecto de que si no se aprobaba la construcción de la cancha, iba a haber hasta muertos, solicitó se mantuviera su identidad en el anonimato. Esto es lo que nos hizo saber:
Mantas a favor del plebiscito en palacio: abierta inducción al voto
Los comicios del primer plebiscito del estado de Yucatán realizados ayer domingo en Acanceh se dieron aparentemente tranquilos, no faltaron tanto los acarreados como los famosos tacos de cochinita. El operativo de acarreo se realizó a bordo de vehículos de funcionarios del ayuntamiento, familiares y simpatizantes y hasta a bordo de la ambulancia de traslado del municipio.
Una irregularidad muy notoria fue la presencia en la plaza principal de dos lonas a favor de la construcción de la cancha: una en pleno palacio municipal y otra a un costado del mismo, en lo que fue una abierta y flagrante inducción al voto. Las lonas nunca fueron retiradas.
Los policías municipales, supuestos responsables de la tranquilidad del proceso del plebiscito, se paseaban a pie portando equipos de rediocomunicación o a bordo de vehículos en actitud amenazante por toda la localidad. Por fortuna no se presentó ningún incidente.
Policías municipales tratando de inhibir la participación en el plebiscito
Como una hora después de que abrieron las mesas receptoras de la votación, a las afueras de ésta se presentaron personas que dijeron ser empleados de una empresa encuestadora, propiedad de María de las Heras, que preguntaban a los participantes en la consulta, si conocían a tal o cual persona, como futuro candidato rumbo al gobierno del estado.
Las presiones por parte del equipo del presidente municipal estuvieron a la orden del día, los mismos integrantes del cabildo como la regidora Bárbara Ortíz quien haciendo mal uso de su cargo de elección popular estuvo de casilla en casilla checando y llevando gente a votar.
Del mismo modo, el director de obras públicas del ayuntamiento, Francisco Díaz quien estuvo presente en las comisarías y en las casillas de Acanceh, andaba presionando y extorsionando a los votantes para que emitieran su voto a favor de la construcción de la obra.
A pesar de las amenazas, la gente salió a dar su opinión, rechazando la construcción de la cancha
Ambos, la regidora y el director de obras públicas, estuvieron circulando por todo el municipío a velocidad inmoderada demostrando su nerviosismo por la realización de este plebiscito y agrediendo verbalmente a las personas que estaban identificadas como parte del equipo contrario.
Sin embargo se logró el objetivo: que se realizara un evento de verdadera participación ciudadana y que se tomara en cuenta la decisión de los habitantes en esta obra y sobre todo, que las autoridades municipales, más allá de su partido de origen, antes de hacer cualquier cosa, consulten al pueblo y que tengan presente que si no lo hacen, existen mecanismos legales para oponerse a las arbitrariedades de cualquier autoridad.