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En plática espontánea, de mesa a mesa, en un café, un economista local experto, me comentaba una situación que aunque no es nueva para muchos de nosotros, si la hemos dejado pasar día a día: "La nula reacción de nuestros gobiernos estatal y municipal y del grueso de la clase empresarial a los desafíos que tiene el estado en materia de diversificación para el desarrollo económico".
Me describía bien, "hoy por hoy, Merida es el centro de la economía estatal, y está concentrada en dos actividades, la construcción y el comercio o especulación asociada a esta". Suena duro pero las únicas industrias que quedan vivas además de las mencionada con un impacto cuantificado muchísimo menor: son la médica, la disminuida producción en general, un amenazado comercio por el descontrol de la informalidad, una disminuida industria turística que no ha sabido generar nuevos productos accesorios, una agonizante actividad en el campo y la inversión educativa privada, estas industrias en conjunto no pueden garantizar hoy el desarrollo del estado, ni siquiera de la ciudad.
La situación, ante la crisis mundial y su reflejo en el país, sinceramente no pinta muy bien ya que estamos consciente o inconscientemente enfocados, como siempre, a una economía de servicios, olvidando que la base de una solidez económica está en su balance con la producción.
En el tema industrial, no se ha tenido la disciplina para otorgar incentivos reales y promocion, para la diversificación que requería el estar saliendo, hace unos pocos años, de una etapa maquiladora de 1ª generación a las que seguían (2ª, 3ª, Etc ) y no se les siguió dando soporte, ni se ha apoyado a las industrias emergentes que demostraban potencial y crecimiento sostenido, como la fabricación de joyería de exportación, la agroindustria, la industria mueblera, la confección, la industria aeroespacial, las tecnologías de la información y la logística.
Penosamente muchos hablan de la globalización no como un fenómeno que nos ofrece ventajas y desventajas, hablan de esta, para justificar nuestros atrasos, Yucatán, sigue y seguirá siendo un punto logístico "en potencia" muy importante, por lo tanto también será un centro industrial especializado "en potencia", mientras nosotros queramos. Y es que nuestra generación de empleo no está creciendo para cubrir ni siquiera a porcentajes mínimos de egresados, técnicos y profesionales y muchos menos a una creciente población que ha decidido establecer su domicilio aquí integrándose a nuestra sociedad.
La competitividad en una economía globalizada dependerá de la fortaleza de sus industrias locales, su desarrollo en clusters (Cadenas productivas en un espacio geográfico determinado) y su desarrollo logístico. Yo creo que SI podemos revertir nuestro retraso en materia de desarrollo económico, si nos comprometemos todos a fortalecer a la industria local existente y atraer inversión de industrias complementarias a las establecidas, para que en conjunto puedan generar una nueva dinámica competitiva, que provoque, una nueva operación logística que atienda con productos de valor agregado a la Riviera maya, al resto del país, a Centroamérica y la Unión Americana.
Hablar de empleo y desarrollo sobre otras bases, es demagogia, el eje para el desarrollo de Yucatán, es Merida, el éxito a diferencia de lo que parece, dependerá de un esfuerzo empresarial que pudiera divisar esta coyuntura y diversificarse en el. Trabajemos por ciudadanizar las decisiones estratégicas en política pública de fomento y lograr se destinen recursos para establecer las condiciones mínimas para el desarrollo, así sumaremos hacia un nuevo pacto social, a favor
de Merida y a favor de Yucatán.
¿Le meten? savitelli@yahoo.com