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La obesidad abdominal que afecta a muchos hombres y mujeres no es solo un problema estético sino que combinado con otros síntomas, como la hipertensión y la elevación de azúcar, puede convertirse en síndrome metabólico, un padecimiento que en el varón produce baja de testosterona, lo que con lleva a una disminución del deseo sexual y a la disfunción eréctil; así lo dio a conocer el Dr. Alfredo Medina Ocampo, cirujano urólogo del Centro Médico de Las Américas, andrólogo y especialista en sexualidad.
Agregó que la baja de testosterona —cuya manifestación principal es la disminución del deseo sexual o líbido, misma que sin atención médica, se convierte en disfunción erectil— es la razón por la cual los hombres consultan sin saber que este problema se deriva del síndrome metabólico.
Explicó que cuando un paciente tiene problemas de sexualidad el especialista debe tomar en cuenta diversos factores como, por ejemplo, la obesidad abdominal, la resistencia a la insulina, la elevación del colesterol o los triglicéridos y la hipertensión, ya que si dos de estos factores se dan —junto con el de la obesidad abdominal— el médico puede tener la seguridad de que la baja de testosterona es ocasionada por el síndrome metabólico.
—Hay un vínculo entre este síndrome y la baja de la testosterona. Se ha observado que si se mejoran los niveles de testosterona, esto ayuda al paciente a mejorar esa enfermedad crónica. Es como un círculo vicioso porque el síndrome metabólico ocasiona la baja de testosterona y la privación de ésta induce al incremento de la grasa y a la perdida de grasa magra, es decir, el músculo. Entonces, la baja de testosterona aumenta la grasa.
Señaló que a partir de los 40 años la testosterona va bajando y después de los 50 o 60 años, tres de cada 10 hombres tiene baja de testosterona, lo que se conoce como andropausia. Esto es una situación natural
Dr. Alfredo Medina Ocampo, cirujano urólogo del Centro Médico de Las Américas, andrólogo y especialista en sexualidad.
—El problema con el que nos estamos encontrando es que debido a que México ocupa el primer lugar de obesidad en el mundo, son más los hombres jóvenes que hoy en día la padecen. Se estima que la mitad de los jóvenes con obesidad tienen deficiencia de testosterona. Lo que sucede es que los kilos de más transforman la grasa en otra sustancia que baja la testosterona y lo pone en mayores riesgos de problemas con la azúcar.
Destacó que la baja de la testosterona no solo tiene que ver con el aspecto sexual, que es el más importante para el hombre y por el cual llega a consulta; también afecta el ámbito físico, mental y anímico. El hombre se cansa fácilmente, no tiene la misma resistencia, baja su capacidad de memoria, raciocinio y pensamiento. Todo eso se modifica con la testosterona baja. Anímicamente, le sucede lo que a la mujer en la menopausia: cambia su estado de ánimo, se vuelve irritable, agresivo, pierde autoestima, se siente menos importante, no está motivado y tiene depresión.
Agregó que a aunada a la baja de la testosterona que ocasiona los efectos mencionados, el síndrome metabólico, sin la atención médica adecuada, puede llevar tanto a hombres jóvenes como mayores a enfermedades cardiovasculares, como infartos.
—¿Cómo saber si se tiene síndrome metabólico? Bueno, aunque la circunferencia de la cintura depende de nuestra raza y talla, en las mujeres esta no debe ser mayor de 80 cms de cintura y en el hombre, no mayor de 90 cms. Si el varón rebasa esa medida, está en riesgo de tener los componentes del síndrome metabólico, como diabetes, elevación del colesterol o los triglicéridos y la hipertensión, porque la grasa depositada en el abdomen cambia muchas cosas. La presión arterial no debe ser mayor de 130, los niveles de ázucar no deben ser mayores de cien y el colesterol debe ser menor de 40.
Advirtió que el síndrome metabólico es ocasionado por diversos factores que no se pueden modificar como la carga genética y raza; pero también por otros que sí pueden cambiarse como los malos hábitos, la falta de ejercicio y el estrés. Este panorama empeora con el tabaquismo y el consumo de alcohol.
Sobre el tratamiento del síndrome metabólico, el especialista dijo que aunque la dieta y el ejercicio pueden ayudar a los pacientes a disminuir la circunferencia de su cintura y los niveles de azúcar, colesterol, triglicéridos y de la presión. Pero si se acompaña de inyecciones de tres, seis o nueve meses de testosterona, se obtienen mejores resultados en los descensos de los niveles. También es una opción prometedora para los hombres con diabetes.
—Es un hecho que si mejoro los niveles de testosterona, baja la obesidad.
Finalmente, destacó que es muy importante diagnosticar el síndrome metabólico para darle tratamiento integral, ya que si por ejemplo se trata a un paciente por falta de deseo sexual o por disfunción erectil sin tomar en cuenta si es diabético, si tiene obesidad o síndrome metabólico, el tratamiento no sería el correcto. L.I.