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ALEMANIA.- El Papa Benedicto XVI dijo ayer que los musulmanes son ya un "rasgo característico" de la sociedad alemana. En un encuentro a puerta cerrada con representantes del islam alemán, el Papa ha pedido "un esfuerzo continuo para conocerse mejor y entenderse mejor mutuamente". Según ha dicho, los católicos y los musulmanes "pueden ofrecer su testimonio como personas de fe en aspectos decisivos de la sociedad". Por ejemplo, en la defensa de los valores familiares.
La reunión con los musulmanes se ha celebrado en la Nunciatura Apostólica berlinesa. Esta embajada del Vaticano en la capital de Alemania se encuentra en la frontera entre Neukölln y Kreuzberg, dos distritos populares al sur de Berlín que, desde los años sesenta del siglo pasado, son destinos predilectos de los inmigrantes. Muchos tienen origen kurdo, turco o árabe. En Kreuzberg está la mayor mezquita de Berlín y una de las mayores de toda Alemania.
De estas zonas de considerable presencia musulmana, el Papa se ha marchado ya al corazón de la Reforma protestante. El tren entre Berlín y Erfurt lo advierte tras apenas media hora de viaje: "Próxima estación, la Ciudad de Lutero Wittenberg" (Lutherstadt Wittenberg). Dicen los bromistas que esta localidad sajona de 50,000 habitantes es la Roma del Protestantismo. Erfurt, capital de Turingia, también cuenta entre los principales escenarios históricos de la división de la Iglesia en el Seiscientos.
El Papa saluda a unos 100,000 fieles que asistieron a la capilla de peregrinaje en honor de la Virgen María en Etzelbach, en territorio que fue de Alemania Oriental, para rendir homenaje a los católicos que ayudaron a resistir el régimen comunista.
Otro paso al ecumenismo: juntos, el luterano Nikolaus Schneider, presidente del Consejo de la Iglesia Evangélica de Alemania, y Benedicto XVI bendicen a los devotos.
Su Santidad dialogó sobre la reconciliación de las civilizaciones con el teólogo musulmán Alí Dere.
El Papa ofreció aquí una misa ecuménica en el convento de los Agustinos de Erfurt, donde Martín Lutero fue monje cuando se gestaba la Reforma protestante en Alemania. Así que el Papa dedicó la jornada de ayer a los encuentros con representantes de otras religiones en su país natal. Es la primera visita oficial de Josef Ratzinger a su país natal como jefe de la Iglesia católica. El que fuera arzobispo de Múnich había venido dos veces antes, para sendas visitas pastorales.
En una invitación sin precedentes en Alemania, ayer habló ante el Parlamento federal (Bundestag). Unos 100 diputados abandonaron el hemiciclo en señal de rechazo. Algunos no están de acuerdo con las doctrinas de la Iglesia católica. Otros consideran que, en observancia a la separación de poderes, un jefe religioso no debería dirigirse a la cámara legislativa. Fuera, en la plaza Potsdamer Platz, se reunieron unas 9,000 personas en una protesta que discurrió sin el menor incidente entre los manifestantes y las decenas de miles de personas que acudieron a Berlín para ver al Papa. Casi 70,000 asistieron a la gran misa que Benedicto XVI ofició en el Estadio Olímpico de Berlín.
Benedicto XVI se reunió anoche en Erfurt con varias víctimas de abusos sexuales en instituciones de la Iglesia. El encuentro no figuraba en la agenda de la primer visita oficial del Papa a su país natal, pero se esperaba un gesto de este tipo durante los cuatro días que está pasando en Alemania. La Iglesia alemana se vio sacudida durante 2010 por una serie de escándalos por los abusos sexuales a menores perpetrados desde hace décadas en diversas instituciones católicas. Según el comunicado de la Conferencia Episcopal alemana, el Papa "aseguró a los presentes que los responsables de la Iglesia trabajan en el esclarecimiento de estos delitos y se esfuerzan en aplicar medidas efectivas para la protección" de los niños cuya custodia se les confía.
Antes del encuentro, un pequeño grupo de víctimas se había reunido en Erfurt para pedir a la Iglesia que combata con más decisión los abusos a menores por parte de religiosos. Acusan a las instituciones católicas de haber evitado sistemáticamente el castigo de los culpables. Diversas asociaciones de víctimas de abusos sexuales denuncian que, durante décadas, las diócesis alemanas se han limitado a cambiar de destino a los sacerdotes sobre los que pesan este tipo de acusaciones. Ayer en Erfurt, el Papa se dijo "conmovido y muy impresionado" por el relato de los sufrimientos de los tres hombres y las dos mujeres. Los acompañó a la reunión el obispo de Tréveris, Stephan Ackermann, comisionado por al Conferencia Episcopal alemana para el esclarecimiento de los delitos sexuales en el seno de la iglesia.
Multitudes se acercaron a ver al Obispo de Roma.
En la Catedral de Erfurt, con el obispo Joachim Wanke.
Pequeños entregan al Pontífice ramos de flores para darle la bienvenida.
La primera ministra de Turingia, Christine Lieberknecht, da la bienvenida al papa Benedicto XVI a su llegada al aeropuerto de Erfurt.
En la soleada mañana de hoy, el Papa da una misa multitudinaria en la Plaza de la Catedral de Erfurt, donde se congregan miles de personas desde la madrugada. Después de la ceremonia en la capital de Turingia, Benedicto XVI se trasladará a Friburgo, cuya archidiócesis es un importante foco católico del suroeste alemán. Ayer celebró en Erfurt una ceremonia ecuménica con religiosos de la iglesia evangélica, que en Alemania tiene tanto miembros como la católica. Antes de reunirse con las víctimas, Benedicto XVI ofició una misa para 90.000 fieles en las proximidades de Erfurt. La visita del papa Ratzinger a su país termina mañana domingo.
Un hombre ha disparado en un control de seguridad para acceder a la catedral de Erfurt, Alemania, donde el Papa Benedicto XVI oficia una misa multitudinaria. El hombre ha disparado una escopeta de perdigones dos horas antes del inicio del oficio, pero ha sido detenido después, lo que ha permitido que la eucaristía se celebre con normalidad. Aunque en un primer momento los medios alemanes han informado de que en el incidente había resultado herido un guardia de seguridad, la policía alemana lo ha desmentido.