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México, D.F., 5 de noviembre de 2011.- Una vez que terminó en la Cámara de Diputados la revisión y discusión del dictamen de Reforma Política enviado por la Cámara de Senadores, en el Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional, reconocemos que si bien es cierto que se lograron avances importantes, el documento que se regresa a la Cámara de origen constituye una Reforma Política acotada, que no responde a los propósitos de empoderar a los ciudadanos.
A juicio nuestro, de nuevo le quedamos a deber a los ciudadanos, porque no se regresó al Senado una Reforma Política a la altura de las necesidades de México.
Es mentira "que enterramos la consulta popular", como lo han señalado diputados del Partido Revolucionario Institucional; tampoco hubo error al votar en contra de la fracción VIII del artículo 35 sobre la consulta popular. El voto fue en contra porque una de las condiciones en el apartado "V" dice que solamente se podrá realizar una consulta popular al año y no podrá coincidir con el desarrollo del proceso electoral federal.
Consideramos inviable conseguir 25 millones de votos sin un aparato como el que tiene la organización del IFE para que se pueda desplegar una consulta popular y que la gente sepa y acuda a votar, sería prácticamente imposible desligarlo de la jornada electoral.
Una vez que se bajó el umbral del 40 al 25 por ciento para volver vinculatoria la consulta popular y también del 2 al uno por ciento para poder lograr que sea precisamente el uno por ciento el que la solicite. Se hizo un análisis que en el Senado se puede lograr que la consulta popular realmente sea alcanzable para los ciudadanos.
Sin embargo, en la siguiente votación, que fue el artículo 36 votamos en la fracción tercera una disposición que dice: Son prerrogativas de los ciudadanos votar en las elecciones y en las consultas populares en los términos que señala la ley, con esta
adición que votamos los partidos mayoritariamente, queda la consulta popular sin ninguna restricción, es decir, se reintegró la consulta popular sin ponerle un umbral del 25 por ciento, la consulta popular se tendrá que regular de acuerdo a la ley, tendrá que ser un proceso legislativo, pero existe un acotamiento del 25 o del 40 por ciento en la
Constitución. A la espera de lo que se determine en el Senado.
Ahora queda para la Ley Secundaria la reglamentación que no podrá excederse en ningún sentido como lo proponía el PRI.
Se votó nada más una fracción, no toda la consulta, lo que hicimos fue, y el PRI no se dio cuenta, es quitarle los candados —que ellos querían imponer— y dejamos libre el artículo 36.
No hubo contradicciones ni errores, sólo se evitó que se les impusiera a los ciudadanos la visión del PRI, sin el consenso de las demás fuerzas políticas.
Los diputados del PAN reiteramos que la negativa del PRI a la aprobación de temas como la reelección de presidentes municipales, de legisladores federales y locales, la revocación de mandato, la reconducción presupuestal, la imposición de una consulta popular
imposible de alcanzar y no vincular las candidaturas ciudadanas a los estados; entre otros temas; derivaron en una Reforma Política corta, acotada, que no responde al propósito de darle mayores poderes a los ciudadanos. Boletín de la diputada federal Rosa Adriana Díaz Lizama.