614 palabras
Mérida, Yucatán, 7 de noviembre de 2011.- Mantener vivas las tradiciones de nuestro pueblo maya, con acciones que reproduzcan
las ceremonias y ritos ancestrales debe ser un compromiso de todos por conservar firmes nuestras raíces de identidad y cultura, expresó la delegada estatal de CDI Diana Canto Moreno en el marco de la celebración del "Bix" también conocido como ochovario dedicado a los fieles difuntos.
Trabajadores del edificio delegacional participaron esta mañana en la celebración del "Bix" para continuar rindiendo culto a quienes ya se adelantaron en el viaje eterno. En el interior del Estado, en los Centros Coordinadores de Desarrollo Indígena ubicados en Peto, Valladolid, Maxcanú y Sotuta, se realizó el Hanal Pixán con distintas muestras de altares.
A fin de retomar el ochovario a los fieles difuntos, la delegación realiza esta mañana su celebración con el tradición rezo del santo rosario, la colocación de la mesa de altar, la exposición de comida para las ánimas, así como los dulces y bebidas tradicionales.
El "Hanal pixán", o comida de las ánimas, es una tradición del pueblo maya que se lleva al cabo para recordar de una manera especial a los amigos y parientes fallecidos. Es un acontecimiento especial para los deudos de los difuntos, pues saben que, en estos días, del 31 de octubre al 2 de noviembre, las ánimas "reciben permiso" para visitar a sus familiares.
Otras de las costumbres del pueblo maya, principalmente en el interior del Estado es que los menores de edad utilicen durante estos días una cinta de color rojo o negro en la muñeca derecha, a fin de que las ánimas no se los lleven. También se acostumbra amarrar a los animales de la casa, porque podrían ver a las ánimas e impedirles el paso hacia el altar.
La tradición incluye varios ritos, pero el principal consiste en poner una mesa que funciona como altar, donde se coloca comida típica de la temporada: atole nuevo, mucbilpollos, jícamas, mandarinas, naranjas, dulce de papaya, coco y pepita, tamales de espelón y "vaporcitos", todo eso adornado con veladoras, flores, ramas de "ruda" y las fotografías de las personas fallecidas.
Una semana después, se efectúa el Bix, que es el ochovario del día de finados, se dice también de la reunión o fiesta que se hace a los ocho días de algún acontecimiento u octava, que es una especie de repetición menos complicada que la anterior. En las noches de esos días, en las puertas de las casas y en las albarradas se encienden hileras de velas para que las almas vean su camino al venir y al retirarse de la población al terminar los finados.
Hay la creencia de que algunos días antes de la ceremonia las almas vienen para lavar sus ropas y prepararse para recibir los homenajes, y esperan ser bien tratados por los seres vivientes, quienes se deben preocupar por la atención de las ofrendas de comidas, bebidas, etc., a las que los difuntos eran afectos, pues de otra manera no regresarían al mundo de los vivos. Boletín de la delegación de la CDI en Yucatán.